Toda la estrategia de Rajoy para la “debacle” catalana de otoño, se basaba es mantener un entente con el PSOE, como en tiempos de Alfredo Pérez Rubalcaba (de ahí la despedida). Hace falta ser muy miope para no ver que aquellos tiempos son pasados y que el PSOE está a la deriva, a pesar del proceso electivo de su secretario general tras la espantá de Freddy el químico. El desafío catalán es el problema más agudo que tiene España en el corto y el medio plazo, ya veremos si también el largo. No sé por qué Mariano Rajoy creyó que Rubalcaba dejaba esto atado y bien atado, más bien parece que Alfredo se fue porque sabía que se estaba escribiendo el “fin de la historia” de su partido.
El pseudo-debate electoral de los tres “mosqueterines” del PSOE ha traído más sombras que luces. Pedro Sánchez dice no a un referéndum ilegal, para matizar automáticamente -como por resorte- estamos por el derecho a decidir y, como ya tenemos aprobado (¿en el PSOE?) por una reforma constitucional hacia la quintaesencia de España que es el Estado federal. Un experimento en el que, por cierto, España nunca estuvo. Como siempre en el PSOE, todo es telegenia y oportunismo, nadie nos explica cómo y quién retirará los privilegios anti-federales a los que los tienen: vascos y navarros. O cómo se contentará a los antiguos socios de los socialistas catalanes: Esquerra Republicana, para que aflojen y quieran seguir siendo españoles en esa arcadia feliz del federalismo. O es que se les ofrecerá un federalismo “asimétrico” como pretendía Pasqual Maragall antes de su lamentable enfermedad.
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No saben lo que quieren el “mantra” del federalismo viene siendo dogma de Medina, desde que –dice- se dibujó en el seno del PSOE como la salida milagrosa a todos nuestros problemas de encaje de nacionalistas. Es genial: ofrezcamos a los separatistas la forma de unión menos elástica que existe en los manuales de política. ¿Es que creen que el Estado federal de Sajonia tiene el IRPF distinto al del land de Baviera? O que el land de Schleswig-Holstein incumple las sentencias del poder judicial del Bund o Estado Federal. Por cierto “Edu” Madina ni siquiera se moja en eso del referéndum ilegal del 9 de noviembre.
Por supuesto a ninguno de los aspirantes a líder del PSOE se les ocurre defender retomar la propuesta de Albert Rivera y levantar en Cataluña, mi tierra, un frente político constitucionalista dispuesto a combatir la idea de que con independencia la felicidad es inminente e innegociable, a decir en alto que “España no nos roba” o, algo obvio, sin España, no podemos mantener nuestro endeudamiento actual sean 50 o 55.000 millones, tanto da.
Para contribuir al desconcierto, Rubalcaba dejó más cosido al PSC. Pere Navarro salió de estampida y el único candidato a primer secretario, Miquel Iceta, el Torquemada que expulsaba a los disidentes en el partido, dice que “Nosotros queremos decidir y queremos un referéndum”, Iceta también matiza lo que pasa es que hay que preguntar algo que no sea llevado al Constitucional y, por tanto, suspendido. ¿Qué tal preguntar a los catalanes si creen que el Barça debe vender a Messi? Es alucinante, dice Iceta que lo que procede es que Mas pida a los ciudadanos un mandato para negociar más financiación, blindaje de competencias… ¡Pero si eso es de la temporada pasada! Por cierto, eso del blindaje de competencia a qué viene ¿Alguien lo sabe? ¿Están amenazadas? ¿Imaginan a Rajoy quitándole competencias a Cataluña?
