La presidenta de la Comunidad de Madrid afirma que las declaraciones incriminatorias de Francisco Granados responden a un deseo de venganza. «Supongo que no le gustó mucho que la Comunidad de Madrid presidida por mí solicitara que permanencia en la cárcel».
A su llegada al Congreso de los Diputados, donde comparece como citada en la Comisión de Investigación relativa a la presunta financiación ilegal del Partido Popular, Cifuentes asegura que le da mucha pena que el Congreso de pábulo a las declaraciones de un «presunto delincuente» como Francisco Granados, que ha «calumniado y difamado».
Así se desarrolla la comparecencia de Cristina Cifuentes en el Congreso:
El portavoz socialista, Artemi Rallo, comienza su turno de palabra relatando el «currículum vitae» al servicio del PP de Madrid.
Rallo, que pregunta directamente si recuerda la Asamblea del PP del 10 de junio de 2003, se refiere con un tono beligerante a la presidenta de la Comunidad de Madrid. «¿Recibió usted una llamada del señor Tamayo?». «Rotundamente falso», responde Cistina Cifuentes.
CIfuentes contesta a Rallo que el realto que hace de su carrera es»pueril en el mejor de los casos». «Usted ha establecido un escenario en el cual yo tengo que ver con el tamayazo y eso supone que a mí se me lanza al estrellato. Yo ya había sido portavoz adjunta en la Asamblea de Madrid muchos años antes, en la legislatura del 95 al 99, siendo presidente de la Comunidad de Madrid Alberto Ruiz Gallardón. No tengo ni idea de qué empresa llevó la campaña electoral, porque no participé en ella (campaña de 2003)».
Mientras el portavoz del PSOE enumera las «prácticas irregulares» del Partido Popular CIfuentes insiste en que sus acciones en las campañas del PP, como responsable de movilización territorial, estaban muy alejada de la cuestión económica. «Hasta hace un año que entro en el partido no manejo cuentas».
Cifuentes, que responde con lo que mas tarde Íñigo Errejón definirá como mítines, elude contestar a acusaciones directas como su presencia en informes de la UCO o su presunta relación con empresarios que más tarde aparecerán en la Gürtel.»Tengo tolerancia cero frente a la corrupción. Venga de donde venga y afecte a quien afecte. Por eso el Gobierno que presido está personado en Púnica, Gürtel y Lezo. Condeno todos los cosas de corrupción porque son una maldición para nuestros partidos y creo que la politica es una actividad honrada. He actuado y actúo con honradez. No sé nada de esos casos, igual que usted seguramente no sepa nada de la corrupcion que afectó a su partido en Andalucía con el caso de los ERE».
Ya en conversación con el portavoz de Podemos, Íñigo Errejón, la presidenta de la Comunidad de Madrid se ha visto obligada a responder a preguntas más concisas. Preguntas directas, que en algunos casos han puesto a la presidenta en un aprieto:
¿Qué funciones tenía como presidenta del Comité de Garantías del PP?, pregunta Podemos. «Garantizar el ejercicio de los derechos de nuestros afiliados y militantes, instruir o encargar instrucción y resolución de procedimientos y orden interno y aplicar el Régimen Sancionador. Muy similares a las de los mismos órganos que hay en el resto de los partidos».
Tras esa respuesta, Errejón comienza a interpelar a Cifuentes, presidenta del Comité de Garantías del PP desde 2008 hasta 2014, por la noticia sobre la cuenta suiza de Francisco Granados (entonces secretario general del PP de Madrid), el paseíllo con bolsas presuntamente de dinero negro por Colombia de Ignacio González, vicepresidente de la Comunidad de Madrid… ¿No mereció una investigación interna por parte del Comite de Garantías del PP de Madrid?, pregunta Errejón.
La respuesta de Cifuentes: Dado que Granados era senador, no correspondería al PP de Madrid sino al nacional. Además, explica la presidenta, le digo que las cosas del señor Granados las hemos ido conociendo con el tiempo y a mí me provocaba cierta incredulidad que el que había sido scretario general del partido tuviera un cuenta en Suiza.
Dardo de Cifuentes
Respecto a Ignacio González, explica la presidenta que, como vicepresidente de la Comunidad y miembro del Comité Ejecutivo Nacional no estaba en el ámbito regional. “Yo no tenía conocimiento más allá de eso y yo no tengo por qué saber lo que hacen todos los afiliados y militantes en ese momento. Imagino que usted tampoco sabría que el secretario de Organización de su partido no pagaba la Seguridad Social a su asistente…”. Dardo de Cifuentes a Errejón, que continúa preguntando.
José Luis Peñas, el hombre que asegura haberse reunido con Cifuentes en la primera planta de la sede de Génova para denunciar sospechas contra Granados… “Y usted le dice: pero hombre, ¿cómo vais a hacer esto? Así perdemos todos…”, dice Errejón.
“Jamás me he dirigido en esos términos a ningún concejal, se llame Peña o como se llame…”, concluye Cifuentes, que niega también que su partido haya aislado a Teresa Gómez Limones por haber denunciado irregularidades en el PP. Errejón pregunta también por el exalcalde de Leganés, Jesús Gómez, al que dice que el PP ha apartado por hablar de Ignacio González. “El señor Gómez es diputado de mi grupo”, responde Cifuentes.
La presidenta de la Comunidad de Madrid reconoce que la corrupción ha hecho mucho daño y que le “parece fatal”, pero insiste en que sus funciones se limitaban a la movilización territorial. “Nunca he participado en nada que tuviera que ver con la gestión económica de ninguna campaña. No decidía quiénes iban en las listas. Mis competencias en el comité electoral no eran nombrar a los candidatos”. Tanto Errejón como más tarde el portavoz de Ciudadanos Toni Cantó se han preguntado cómo es posible que quien lleva casi 40 años vinculada al PP y los últimos con cargos de responsabilidad no “sepa nada” de lo que ha pasado en su partido. “Ceguera absoluta para detectar la corrupción. Si usted no se enteró de nada de lo ocurrido… es muy grave. Si lo sabía y lo está ocultando es todavía más grave”.
Ya en el turno del Partido Popular, la portavoz Beatriz Escudero ha encendido los ánimos del resto de representantes e incluso del presidente de la Comisión, el diputado Pedro Quevedo, al dedicarse a dar la réplica a las manifestaciones de sus predecesores. “Llevamos dos horas escuchando como nos ponen verdes a nosotros”. “Ahora nos toca al PP”, decía, coreada por los aplausos de los quince diputados populares que asistían de ‘público’ a la comparecencia de Cifuentes.
Escudero, tras recordar que la presidenta de Madrid no estaba imputada en ningún caso de corrupción y que la Fiscalía había advertido de los usos espúreos de determinadas declaraciones de acusados -como el caso de Granados-, ha preguntado a su compañera de filas por qué cree que había sido citada a la Comisión: de nuevo, Cifuentes ha apelado a la venganza, pasando por alto que su comparecencia había sido solicitada por el PSOE mucho antes de que Granados la implicara en su última declaración.
Plantón de Gutiérrez
Antes de la comparecencia de la presidenta de Madrid estaba citado el exgerente del PP de Madrid, Beltrán Gutiérrez, que no ha comparecido en la Comisión al no haber recogido el requerimiento que se le envió a su domicilio hace unas semanas.
Así lo ha explicado el presidente de la Comisión, Pedro Quevedo, al inicio de la sesión, en la que ha asegurado que el requerimiento le fue comunicado a Beltrán «en tiempo y forma al domicilio de que se tenía constancia».
«Nos consta que ayer por la tarde el burofax y el correo certificado no habían sido recogidos en la oficina de Correos correspondiente, donde se encontraban desde los días 8 y 7 de marzo, respectivamente», ha detallado.
Quevedo ha explicado a los periodistas que «no es fácil» resolver estas situaciones, ya que el Congreso no tiene una figura como la policía judicial de los juzgados para entregar las notificaciones.
No ha querido hacer especulaciones sobre su ausencia, que puede deberse a que está de viaje, que vive un tiempo en el extranjero, que no ha querido recoger la notificación o que, simplemente, no se haya enterado.
«Tendremos que averiguar qué ocurre con esta persona, porque igual que (el empresario David) Marjaliza tiene derecho a ponerse enfermo, este señor tiene derecho a no estar en España, si éste fuese el caso», ha apuntado, aunque no obstante ha admitido que la causa de su ausencia «es muy difícil de comprobar».
Por eso, en la reunión de la Mesa de la Comisión que se celebrará mañana se planteará qué hacer en casos de este tipo, situaciones que «no suelen estar previstas».
Quevedo ha explicado también que el Congreso tiene «mecanismos coercitivos importantes» para hacer comparecer a Gutiérrez en la Comisión, «como acudir a la vía penal», aunque ha confiado en que no haya que llegar a ese extremo. «Lo más normal es que este señor no haya podido enterarse por las razones que sean», ha reiterado.
El presidente de la Comisión ha afirmado que los diputados del PP que forman parte de la misma dicen que «no le ponen cara» a Gutiérrez, que no le conocen. «Y yo me lo creo eso», ha añadido.
(Seguirá ampliación)
