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El último ejemplo de una clase educativa escorada hacia la izquierda

Adoctrinamiento izquierdista en EEUU: un profesor admite subir las notas de los alumnos que asisten a actos de Antifa

Banderas LGTB y Antifa en una clase. YouTube

Debido a las restricciones impuestas con motivo de la pandemia, los padres estadounidenses se están dando cuenta, con horror, qué niveles de adoctrinamiento ‘woke’ están sufriendo sus hijos.

Dos casos recientes, ambos en California, han saltado a la luz pública que explican por qué, en muchos casos, los profesores insistían en que los padres no estuvieran presentes durante las clases online del confinamiento.

Tomemos el caso de Gabriel Gipe, profesor en el Instituto Inderkum de Sacramento, en California. Proyecto Veritas, el proyecto alternativo de periodismo de investigación, se ha encargado de grabarle con cámara oculta, pero Gipe no disimula mucho su fervor revolucionario y da clase con una bandera de Antifa en el aula.

De hecho, podría sostener y enseñar las teorías políticas más enloquecidas, sino fuera un poco más allá y pisara todas las líneas rojas de la ética pedagógica. Y es que Gipe admitió ante las cámaras de Proyecto Veritas que subía secretamente las notas de sus alumnos que asistían a actos de Antifa, el conglomerado violento de extrema izquierda que el verano pasado promovió el saqueo en varias ciudades norteamericanas de la mano de Black Lives Matter. «Probablemente estoy todo a la izquierda que se puede estar”, confiesa Gipe ante la cámara. “Tengo 180 días para convertirles en revolucionarios«.

Gipe reconocía espiar y seguir las inclinaciones políticas de sus alumnos, y asombrarse cuando uno de ellos objetó la bandera de Antifa sobre el encerado. “Les hago un examen de ideología y pongo los resultados en la pared. Cada año están más y más a la izquierda… Hay una razón por la que estos chicos, la Generación Z, se esté volviendo más y más izquierdistas”.

La razón, naturalmente, es ser adoctrinados a tierna edad por fanáticos desaprensivos como Gipe, que llega a sugerir la conveniencia de tomar las armas para derrocar violentamente el gobierno. “Lo que me pregunto es, ¿por qué no está tomando las armas la gente? ¿Por qué no podemos tomar las armas contra el Estado?”.

El revuelo organizado por el vídeo hecho público por Project Veritas (cuya cuenta está vetada por Twitter, naturalmente), ha conseguido que Gipe haya sido suspendido, pero el mismo maestro reconoce ante la cámara que muchos de sus colegas piensan como él y adoctrinan como él en todo el país.

Como Kristin Pitzen, maestra de la Escuela Newport Mesa en el Condado de Orange, también en California, que logró hacer viral un vídeo de Tiktok en el que aparece retirando la bandera estadounidense del aula donde da clases porque le hace “sentirse incómoda”, para luego sugerir a sus estudiantes que hagan el habitual juramento de lealtad a la bandera, común en los institutos públicos norteamericanos, pero en su caso a la bandera del lobby LGTBI.

Cuenta Kristin que después de quitar la bandera de las barras y estrellas de la clase, un alumno preguntó por qué no estaba la bandera en su lugar de siempre y cómo iba a recitar el juramento, y ella respondió: “¡Pero si tenemos una bandera en clase a la que podemos jurar nuestra lealtad!”, refiriéndose a la bandera arcoiris, ya omnipresente en todas las aulas.

Pitzen también ha sido temporalmente suspendida después de las protestas multitudinarias de los padres de alumnos. Pero Pitzen y Gipe son solo la punta de un iceberg, el de una clase educativa fuertemente escorada hacia la izquierda que está más que dispuesta a convertir a los adolescentes norteamericanos en alevines de Guardias Rojos.

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