La Agenda España presentada por VOX este mes de octubre es una respuesta a las agendas globalistas que imponen el fracasado multiculturalismo y amenazan la preservación de la identidad cultural de las naciones occidentales.
En este sentido, la formación liderada por Santiago Abascal recuerda que países como Bélgica, Francia o Reino Unido, que cuentan con barrios periféricos en las grandes ciudades en los que impera la delincuencia y la inseguridad, y prima la ley islámica, son ejemplo del fiasco de este modelo. Así, afirma que «toda nación tiene derecho a regular las condiciones de entrada de quienes aspiran a vivir en ella» y que la inmigración, por tanto, debe ser legal, controlada, adaptada a las necesidades de España y con capacidad y voluntad de adaptación.
El partido propone la inmediata expulsión de todos los inmigrantes ilegales [«solo se entra de forma legal, ordenada y con la voluntad de integrarse y aportar al desarrollo de la nación»]; la eliminación de las ayudas públicas a inmigrantes en situación ilegal y de las subvenciones a ONG, asociaciones o cualquier entidad que destine sus fondos a promover o ayudar a la inmigración ilegal; el endurecimiento de las penas contra las mafias de la inmigración ilegal, así como para quienes colaboren con ellas. «Se impondrán sanciones a aquellos Estados que promuevan oleadas masivas de inmigrantes o las utilicen como arma diplomática y se ilegalizarán todas las entidades que colaboren con la inmigración ilegal», recoge VOX.
También aboga por expulsar de forma inmediata a los inmigrantes legales que cometan delitos graves o hagan del delito leve su forma de vida, procurando que cumplan las penas en sus países de origen.
Asimismo, VOX garantiza en la Agenda España la presencia policial en todas las calles y todos los barrios de España imposibilitando la creación de guetos, y plantea cierre de los centros de menas [y la repatriación de todos los menores extranjeros con sus padres en sus países de origen] y el cierre de las mezquitas fundamentalistas y la prohibición de su financiación por parte de Estados u organizaciones extranjeras, y expone que los inmigrantes ilegales no pueden empadronarse ni adquirir con ello los beneficios y las ayudas correspondientes. «Cualquier persona que entre irregularmente en nuestro territorio debe saber que nunca podrá regularizar su situación en España», afirma.
La formación, comprometida con la defensa de la libertad y del Estado de Derecho en toda la Iberosfera a través de la ‘Carta de Madrid’, recuerda que la identidad nacional de España «se forjó en su historia conjunta con las naciones» de esta región y que su política de inmigración «atenderá de forma prioritaria a los ciudadanos procedentes de las naciones que comparten idioma e importantes lazos de amistad, historia y cultura con España».