Uno de los principales objetivos de la izquierda internacional ha sido controlar los organismos multilaterales para ponerlos al servicio de sus planes de dominación. Esto explica, por ejemplo, que la expresidenta chilena Michelle Bachelet haya alcanzado el cargo de Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, siendo miembro del Foro de Sao Paulo y del Grupo de Puebla.
Otro caso: la mexicana Alicia Bárcena Ibarra, quien ocupa la Secretaría Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, CEPAL, una de las cinco comisiones regionales de las Naciones Unidas, con sede en Santiago de Chile.
De acuerdo a la página de la CEPAL, esta organización “se fundó para contribuir al desarrollo económico de América Latina, coordinar las acciones encaminadas a su promoción y reforzar las relaciones económicas de los países entre sí y con las demás naciones del mundo. Posteriormente, su labor se amplió a los países del Caribe y se incorporó el objetivo de promover el desarrollo social”.
La CEPAL, por tanto, debería ser una organización no partidista, sin embargo, Alicia Bárcena ha ejercido un rol protagónico dentro del Grupo de Puebla. En abril de 2020, según informó la propia página web de dicha organización izquierdista, Bárcena participó en uno de sus encuentros. Tres meses más tarde, la agencia argentina TELAM informó de que Bárcena ejerció nada menos que el rol de moderadora en la reunión que sostuvo el Grupo de Puebla con motivo de su primer aniversario.
El 30 de noviembre de 2021, con motivo del VII Encuentro del Grupo de Puebla, el portal chavista TeleSUR señala: “En la sesión inaugural participaron la vicepresidenta de Perú, Dina Boluarte; el exaspirante a la presidencia de Chile, Marco Enríquez-Ominami; la directora ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena, y el presidente del Partido Morena de México, Mario Delgado”.
El próximo 31 de marzo, tras casi 14 años en la secretaria ejecutiva de La Cepal, Alicia Bárcena ocupará un cargo público en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador -quien también pertenece al Grupo de Puebla-, así lo informó a través de un comunicado la Cancillería mexicana el pasado lunes 17 de enero: “La SRE (Secretaría de Relaciones Exteriores de México) se complace en anunciar la próxima designación de Alicia Bárcena Ibarra como directora general del Instituto Matías Romero, una vez que concluya su encargo (como Secretaria Ejecutiva de la CEPAL)”.
El Grupo de Puebla confía en que –con los posibles triunfos de Gustavo Petro y Lula da Silva en los comicios que se realizarán este año en Colombia y Brasil– pueda obtener los votos suficientes para escoger a un Secretario General de la OEA a su medida, como lo fue en su momento el chileno José Miguel Insulza. O, en su defecto, sustituir a la OEA por la CELAC, como lo han venido proponiendo López Obrador y otros integrantes del Grupo de Puebla.
Todos disfrazados de lo que no son y hermanados por el poder.
