El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha visitado al primer ministro húngaro, Viktor Orbán, y ha elogiado su gestión al frente del país. «Hungría, nuestro pequeño gran hermano europeo, es un país soberano que no está gobernado por las ONG internacionales, promueve el liberalismo económico y defiende sus tradiciones», ha dicho.
Bolsonaro, recibido con honores, ha viajado para impulsar las relaciones comerciales y afianzar la cooperación y la amistad entre ambas naciones, que cuentan con gobiernos que se oponen al globalismo y al socialismo.
Ambos han destacado que Brasil y Hungría «comparten valores y principios comunes» firmemente arraigados en la convicción de que «la soberanía nacional es un derecho fundamental y la base para un sistema internacional saludable».
Asimismo, han firmado un memorando de entendimiento para fortalecer los esfuerzos para ayudar a los cristianos perseguidos y promover la libertad religiosa, uno de los valores humanos fundamentales, y han mostrado su compromiso con la defensa de la familia.
En este sentido, Bolsonaro y Orbán, que se enfrentan a procesos electorales en este año 2022, han coincidido en que los asuntos globales o transnacionales «no deben servir de pretexto para imponer políticas que atentan contra las instituciones nacionales o violan la autodeterminación de las naciones soberanas ignorando la voluntad democrática de los pueblos».
El hijo del presidente brasileño -y diputado más votado de la historia del país-, Eduardo Bolsonaro, ha elogiado en innumerables ocasiones las políticas provida y profamilia del Gobierno de Orbán, y su defensa del derecho de los padres al legislar para impedir el adoctrinamiento LGTB en las escuelas, y Orbán fue uno de los líderes europeos que asistió personalmente a la toma de posesión de Bolsonaro en enero de 2019.