La desestabilidad política originada en Perú como consecuencia de la dudosa y errática gestión del presidente Pedro Castillo es cada vez más evidente y continúa reflejándose en las encuestas de opinión.
A pesar de que el líder comunista superarse la moción de vacancia en su contra, su desaprobación popular sigue rompiendo todos los récords.
Así, el 76 por ciento de los peruanos no aprueba la gestión del actual mandatario, según una encuesta de Datum publicada por el periódico peruano La República. Mientras que la aprobación al inicio de su mandato era del 39 por ciento, actualmente se encuentra en un mínimo histórico de solo el 19 por ciento.
La mala gestión de Castillo lo ha llevado a perder incluso a los sectores que eran más afines a su liderazgo. En el sur del Perú, región con mayorías populares y campesinas, y en donde empezó su crecimiento mientras estaba en campaña electoral, cuenta con una desaprobación del 59 por ciento.
Los continuos escándalos de corrupción que han salpicado a su Gobierno y la incapacidad de tener un gabinete estable, así como los estragos económicos que su gestión de la pandemia ha provocado en el país, han aumentado el descontento ciudadano también en las clases más pobres y vulnerables.
Así las cosas y según este barómetro, tres de cada cuatro personas no aprueban la labor del presidente peruano; por lo que las mismas mayorías que le escogieron «como símbolo de renovación» hoy no ratifican su mandato.
A ojos de la ciudadanía, su Gobierno está más preocupado por salvar su cuello que por solucionar los problemas de una población que exige respuestas estructurales. El tiempo se está agotando.
