Chile celebrará este domingo un plebiscito constitucional decisivo para su futuro que fue impuesto tras las algaradas de la extrema izquierda contra el Gobierno de Sebastián Piñera en octubre y noviembre del pasado año, unas protestas en las que quemaron decenas de estaciones de metro, saquearon supermercados y asaltaron iglesias católicas y evangélicas.
Esta será la cita electoral más transcendental desde la de 1988, el plebiscito sobre la continuidad de Augusto Pinochet.
‘Un plebiscito innecesario’
Desde el Partido Republicano han pedido votar por el «rechazo» porque no garantiza mejoras en la sociedad y en la economía chilena.
Si tienes dudas, Vota Rechazo.
— José Antonio Kast 🇨🇱 (@joseantoniokast) October 22, 2020
Si no tienes, también
José Antonio Kast, presidente de la formación, ha señalado que si gana la propuesta del Gobierno y de la oposición para la reforma de Constitución se hará a través de una Asamblea Constituyente. «Y en toda América Latina han sido procesos muy malos, partiendo de Venezuela, Brasil…», dijo en una reciente entrevista concedida al canal de la televisión española El Toro TV.
La formación denuncia que el Gobierno entregó la Constitución que dio progreso y prosperidad en los últimos treinta años y que ha sido modificada varias veces y niega que sea la Carta Magna de Pinochet. «Fue modificada antes de que asumiera el poder Patricio Aylwin, el primer presidente electo en democracia después del Gobierno militar, y después por Ricardo Lagos«, reiteró Kast.
Asimismo, alertó de que una victoria del «apruebo» llevaría al país «a dos años de incertidumbre total desde el punto de vista de las inversiones y de los derechos de las personas». «Tenemos un panorama bastante complejo si gana el apruebo».
En este sentido, señaló que no es necesario el cambio de la Constitución. «Lo único que justifica es que el presidente no supo manejar la situación de la violencia extrema hace un año y con la oposición le dio carta blanca a la izquierda que hoy quiere reescribir la Constitución completa desde una hoja en blanco». Y no se ahorro críticas al propio de Piñera, un presidente que dirige un Gobierno «inoperante e ineficaz».
La participación, una incógnita
La gran incógnita es la participación, la cantidad de personas de los 14.7 millones de ciudadanos que están convocados que acudirá a las urnas. En la última elección presidencial, en la que fue elegido el actual presidente Piñera, hubo una abstención del 60%.
Además de la aprobación o rechazo al cambio constitucional, los electores tendrán que elegir el tipo de organismo que escribirá la nueva Carta Magna: una Convención Mixta compuesta por parlamentarios en ejercicio y ciudadanos elegidos popularmente o una Convención Constitucional íntegramente elegida por los votantes.
‘Para contentar el malestar social’
Los partidarios del «apruebo» consideran la Constitución «ilegítima» y la fuente de las desigualdades del país. Así, feministas e indígenas creen que solo con una nueva Constitución se podrán «blindar los derechos básicos».
El movimiento feminista consiguió la posibilidad de que Chile tenga su primera Constitución redactada de manera paritaria, de ganar la «Convención Constituyente».
Para Mariano Machado, analista para América Latina de la firma de análisis de riesgo Verisk Maplecroft, según recoge Reuters, «podría contener las recientes tensiones, la inestabilidad política y malestar social, pero no erradicarlos».
Más de 23.000 carabineros para garantizar la seguridad
Carabineros de Chile ha informado de que desplegará 23.000 efectivos para garantizar la seguridad durante el plebiscito.
Desde las 6.00 del domingo la Policía dispondrá de anillos de seguridad en los más de 2.000 centros de votación a nivel nacional.
El compromiso es que la fuerza policial esté presente «antes, durante y después» del proceso de votación. En la Región Metropolitana serán 6.800 uniformados los que estén a cargo de la seguridad de los locales de sufragio.
