Oficialmente inició la carrera presidencial en Chile, pues el pasado miércoles 22 de septiembre, se realizó el primer debate para la primera vuelta, que se realizará el próximo 21 de noviembre. Solo cinco de los siete candidatos estuvieron debatiendo sobre distintos tópicos: José Antonio Kast (Republicano), Sebastián Sichel (independiente de centro), Yasna Provoste (Democracia Cristiana), Gabriel Boric (Frente Amplio) y Eduardo Artés (del partido de inspiración comunista, Unión Patriótica).
Entre tensiones y rencillas, los principales analistas dan como ganadores a Kast y a Boric, mientras que los demás no supieron ocupar la plataforma. Por otro lado, Franco Parisi (Partido de la Gente) y Marco Enríquez-Ominami (PRO) no asistieron, porque el primero se ha visto envuelto en polémicas por no pago de pensiones y se encuentra en EE.UU., mientras que el segundo se ausentó por estar en cuarentena por viaje.
El debate inició a las 22:40 horas local, contó con tres segmentos y con un nuevo formato que administró el tiempo de las intervenciones de los candidatos. Cada aspirante a la presidencia tuvo a su disposición tres minutos en total por bloque, situación que generó intervenciones cortas pero eficientes.
El primer bloque fue sobre Economía, y como primer tema de discusión se preguntó a los candidatos si apoyan un cuarto retiro de los fondos previsionales AFP. Ante esto, solo Kast y Sichel se manifestaron en contra de esta iniciativa, mientras que todos los candidatos izquierdistas lo apoyan. Boric sostuvo que en su bloque Apruebo Dignidad quieren terminar con el sistema de las AFP. Luego, Sichel señaló que desea que se mejoren las pensiones y que un cuarto retiro no apunta a aquello. Por su parte, Artés apoya completamente el cuarto retiro porque supuestamente existe una intromisión de las aseguradoras norteamericanas y lo calificó como un modelo fracasado. Kast enfatizó que el cuarto retiro es una mala política pública y que el gobierno llegó tarde ante las emergencias sanitarias, en cambio el modelo de AFP ha cumplido con el objetivo que se busca, que es cuando las personas tienen los recursos ahí se multiplican por tres. Finalmente, Provoste ―quien fue presidente del Senado hasta mediados de agosto―, explicitó que sí apoya el retiro pues muchas mujeres no reciben las pensiones de alimento, a pesar de que meses antes advirtió los efectos inflacionarios que tienen estas medidas.
El segundo bloque trató de Gobernabilidad, en el que se discutió sobre qué modelo institucional quieren impulsar. En esta temática, tanto Boric, Provoste y Artés fueron explícitos en señalar que quieren desmontar el actual modelo político-económico por un Estado paternalista, plurinacional y con enfoque de género. Mientras que Sichel, al mostrar un centrismo extremo, criticó que se siga discutiendo sobre el pasado y que la política se ha “politizado” y polarizado. Kast señaló que la Convención Constitucional no ha estado a la altura, que hay que enfrentar la corrupción, bajar los impuestos y achicar el Estado.
En el tercer bloque se discutió sobre Agenda Social, principalmente acerca del sistema de salud ―en Chile hay una modalidad mixta de atención, el seguro público denominado Fonasa (Fondo Nacional de Salud) y el sistema privado compuesto por las Isapres (Instituciones de Salud Previsional)―. Kast y Provoste apuntaron a fortalecer el sistema público sin atacar el sistema privado; Sichel habló de instaurar un plan universal de salud; mientras que Boric y Artés desean instalar un sistema único de salud, quienes también desean que se terminen las Isapres.
En este mismo bloque se realizaron preguntas apuntando a la ideología de género. La primera fue con respecto a la paridad en tres esferas (cargos de elección popular, altos cargos de la administración publica y en los cargos de empresas privadas). Artés, Boric y Provoste están de acuerdo en estos tres sentidos; Sichel sostuvo que la paridad debe ser un piso mínimo en los cargos administrativos, pero que no hay que “meter mano en la urna” pues se obtienen resultados artificiales; mientras que Kast apuntó a la voluntariedad de los sectores ―como en el caso de su partido, pues su directiva se compone de cinco hombres y cinco mujeres― y a las capacidades de las personas ante las distintas materias.
La segunda pregunta trató sobre si los candidatos aprueban el aborto libre, en la que evidentemente, todos los candidatos izquierdistas están de acuerdo; Kast está a favor de la vida, y emplazó a Sichel a pronunciarse, pues, anteriormente había dicho estar a favor del aborto, pero en este debate dijo que no.
Las rencillas y polémicas se evidenciaron en numerosas ocasiones. Por ejemplo, la candidata Provoste llamó a Sichel, “Sebastián Piñera”, aludiendo que es su continuador; Kast recordó a Boric su visita al terrorista Palma Salamanca en Francia, quien asesinó al senador Jaime Guzmán en 1991, y que además recibió alegremente una polera con la figura de este mismo senador baleado; Boric respondió que pidió perdón por la polera, pero ante la reunión con el terrorista no quiso responder y dijo “paso”, recordando a Michelle Bachelet pues la expresidente dio esta misma respuesta ante una pregunta durante su segunda campaña presidencial en 2013. Artés habló explícitamente del término ‘levantamiento popular” al referirse a la revuelta del 18-O, y advirtió que puede ocurrir otro.
En el último bloque de Preguntas Cruzadas se generó la mayor tensión entre los aspirantes a la presidencia. Por ejemplo, entre una pregunta de Sichel a Provoste, esta última citó a Wikipedia, generando una ola de memes en las redes sociales. Entre Kast y Provoste, la candidata perdió los estribos cuando fue increpada por ser destituida como ministra de Educación por el Caso Subvenciones, por la perdida de 600 millones de dólares.
Tras el debate, numerosos analistas señalaron que los mejores candidatos en el debate fueron José Antonio Kast y Gabriel Boric. Pues, Sichel al apostar por el centro no tomó posiciones definidas mostrando una performance más débil en comparación a las últimas; Provoste buscó recuperar protagonismo tras estar estancada en las encuestas, pero su actitud agresiva le jugó en contra; y Artés entiende que el debate es una plataforma para instalar su discurso extremista. Kast apuntó a la derecha tradicional sin resquemores lo que le da una tranquilidad en su desplante, como también en su tajante condena a la violencia. Mientras que Boric logró instalar la idea de “gobernabilidad”, pero apuntando hacia una “radicalización de la democracia” (siguiendo a los postmarxistas Laclau y Mouffe).
En las distintas encuestas, se da como primera preferencia a Boric, seguido por Sichel. No obstante, Kast ha subido abruptamente en las últimas encuestas acercándose al candidato centrista, y por sobre de Provoste. Mientras que Artés no despega del último lugar. No obstante, la carrera por el sillón presidencial recién comienza y en tiempos líquidos todo puede cambiar.
Perfiles de los candidatos
– Jose Antonio Kast (55 años)
Es abogado, ex militante del partido Unión Demócrata Independiente (UDI) y actual líder del Partido Republicano. Fue diputado entre 2002-2018, concejal de Buin en el periodo 1996-2000, y candidato presidencial para las elecciones del 2017. Sus valores son la defensa de la familia, la seguridad y el orden, respaldando a Carabineros (la policía chilena). Si bien es el único candidato realmente de derecha, no representa oficialmente al pacto Chile Podemos Más (el pacto de centroderecha), pero tras su buen desplante en el debate logró acercarse al candidato Sichel.
– Sebastian Sichel (44 años)
Abogado, fue militante de la Democracia Cristiana, pero como el partido se inclinó hacia la vía socialista, le costó una fuga de militantes, entre ellos Sichel. Este candidato se define a sí mismo como de centro (y no de centroderecha, a pesar de ser el candidato por esta coalición) apuntando hacia el votante mediano. No obstante, se ha visto complicado en convencer a gran parte del electorado de derecha, en especial al más conservador. Se le observa como continuador del piñerismo, pues fue ministro de Desarrollo Social entre 2019-2020, razón que le ha otorgado críticas tanto por las izquierdas y en amplios sectores dentro de las derechas. También trabajó en el gobierno de Bachelet, y fue presidente del Banco Estado.
– Yasna Provoste (51 años)
Desde los 14 años milita en la Democracia Cristiana, y ha tenido una extensa carrera política en los gobiernos de la ex Concertación. Fue Ministra de Educación durante el primer gobierno de la expresidente Bachelet, pero fue destituida por irregularidades en la cartera, siendo inhabilitada por 5 años. Actualmente es Senadora por la Región de Atacama, y fue presidente del Senado entre marzo-agosto de 2021, cargo que dejó a disposición para asumir la carrera presidencial. Apunta al electorado de centro y centroizquierda, pero se ha visto complicada en este objetivo.
-Gabriel Boric (35 años):
Milita en el Frente Amplio, e inició su vida política en las revueltas estudiantiles del año 2011, al ser presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECh). Para esta época estudiaba la carrera de Derecho, pero no logró sacar el título de abogado. De igual modo, esto no le impidió postularse como diputado en el año 2014. Se ha manifestado abiertamente a subvertir el sistema político chileno, ha avalado la liberación de los supuestos presos políticos del 18-O, y en el actual debate volvió a amenazar al presidente Piñera de acusarlo ante la justicia internacional por haber violado los DD.HH.
– Eduardo Artés (69 años)
Profesor de historia, militante del partido de extrema izquierda Unión Patriótica (representa a la facción Partido Comunista – Acción Proletaria). Se ha pronunciado abiertamente a favor del régimen totalitario de Corea del Norte, avala el “levantamiento popular”, como denomina a la revuelta del 18 de octubre de 2019. Ha llamado abiertamente a refundar el país. En 2017 también se presentó como candidato a la presidencia, logrando el 0,51% de los votos.