La filtración del borrador de la opinión del Tribunal Supremo que revierte la sentencia de Roe v. Wade y, por tanto, devuelve la legislación sobre el aborto a las legislaturas de los estados, es cualquier cosa menos inocente.
A un paso de las legislativas, cada vez resulta más evidente que, con las cruciales elecciones de medio mandato a la vuelta de la esquina, los demócratas han querido movilizar a sus bases con este asunto. Naturalmente, el caso es gravísimo, sin precedentes, y somete a los jueces a una terrible presión, por no hablar del más que probable acoso por parte de los feroces colectivos proaborto.
Pero al menos un político se ha atrevido a poner el dedo en la llaga: Ron DeSantis, el «rebelde» gobernador republicano de Florida, que ha calificado la filtración de «insurrección judicial».
«No sé si ese texto coincide con el dictamen real», dijo este martes DeSantis en rueda de prensa. «[El juez del Supremo] Roberts ha dicho que no se trata de la versión definitiva, pero ¿quién sabe qué está pasando detrás de las bambalinas?».
DeSantis, graduado en Derecho por la Universidad de Harvard, señaló que la filtración «carece realmente de precedente» y la consideró un ataque a «muchos de los jueces». «Creo que fue algo intencional, tratar de azuzar a una gran parte del público para convertirlo en algo totalmente político y tratar de intimidarlos con el objetivo de que cambien sus posiciones, y eso no es algo apropiado para el poder judicial», declaró, expresando su esperanza de que inicien una investigación sobre el asunto y responsabilicen a la persona que filtró el borrador.
«¿Hablamos de una insurrección? Saben, esto es una insurrección judicial para sacar eso y tratar de aplastar a una mayoría potencial a través de medios extraconstitucionales», dijo, al tiempo que agregó que estaba «sorprendido» de que pudiera suceder algo así.
Más tarde, el gobernador manifestó que cree firmemente en las protecciones provida, y señaló que es algo que ciertamente está «basado en la ciencia». «Creo que es algo que se basa en quiénes somos como sociedad. Luego hay varios estados que están yendo en la dirección contraria, permitiendo que se acabe con la vida del niño hasta instantes antes de que le corresponda nacer», declaró, apenado, el gobernador.
«Me limito a pensar en voz alta: ¿cómo se ha podido considerar correcto esto en algún momento?», preguntó, prediciendo que los estadounidenses obtendrán una respuesta definitiva sobre el futuro de Roe en junio. «También estamos anticipando que cuando nuestras protecciones entren en vigor el 1 de julio (…) y estará sujeto a un desafío constitucional y legal estatal, y existe jurisprudencia que tendremos que superar para poder mantener esas protecciones», dijo, refiriéndose a las iniciativas que ha adoptado su Administración para proteger la vida en Florida. «Creo que podemos hacerlo», concluyó.
