Las fuerzas de seguridad de Honduras han detenido este jueves al candidato presidencial Santos Rodríguez Orellana, junto a su mujer y su suegra, a su llegada al Aeropuerto Internacional Toncontín, tras un viaje enmarcado en su campaña electoral por un presunto delito de blanqueo de capitales.
Orellana, un general retirado, junto a su esposa, la abogada Jennifer Lizeth Bonilla, y su suegra Reina Lizeth Bonilla, han sido trasladados por agentes de la Agencia Técnica de Investigación Criminal de Honduras (ATIC) a sus oficinas de Tegucigalpa, la capital.
El candidato se ha visto involucrado por un testigo protegido en un caso de blanqueo en el que supuestamente «realizaba operativos en la zona -en Gracias a Dios- y al encontrar dinero o droga no la declaraba en su totalidad, quedándose con parte de lo incautado y las armas decomisadas eran llevadas a un grupo delictivo de La Ceiba, denominado ZIPE».
También se le acusa de participar en el transporte de millonarias cantidades de dinero en furgonetas, así como en el asesinato de diversas personas, incluido un informante de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés).
En un comunicado, el Ministerio Público ha indicado que «en escuchas telefónicas negociaba entrega de drogas, luego de que esta fuera robada a otras organizaciones criminales en el sector de La Mosquitia. Todo este dinero era enviado consecutivamente a su esposa y suegra».
Por su parte, Rodríguez Orellana ha denunciado, en el momento de su detención, que se trata de una «venganza». En este sentido, ha criticado que mientras a él lo requieren por blanqueo «no le levantan un requerimiento a ese ladrón del presidente (Juan Orlando Hernández, a quien espera sustituir)».