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PATRICIA MORA PERTENECE AL FRENTE AMPLIO, VINCULADO AL FORO DE SAO PAULO

Dimite una ministra comunista en Costa Rica al rechazar la decisión de su presidente de negociar con el FMI

La ministra socialista de la Condición de la Mujer de Costa Rica, Patricia Mora, ha presentado este lunes su renuncia en rechazo a la decisión del presidente izquierdista del país, Carlos Alvarado, de retomar las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Mora pertenece al partido chavista costarricense Frente Amplio, vinculado al régimen venezolano por medio del Foro de São Paulo.

«En mi calidad de ciudadana de un país en el que por generaciones se ha trabajado en el fortalecimiento de la vida democrática, hago pública mi renuncia al cargo de ministra, producto de la indignación y preocupación por la manera en que se han manejado en los últimos días asuntos de interés nacional», ha explicado Mora en una carta pública que ha dado a conocer en su Facebook.

Así, ha subrayado que celebró y participó en el diálogo político organizado por el Gobierno a raíz de las protestas propiciadas por movimientos radicales de izquierda en contra de un eventual acuerdo con el FMI.

El miércoles pasado se procedió a entregar los acuerdos «modestos» alcanzados en las mesas de diálogos pero mientras esto ocurría, ha lamentado Mora, «Alvarado y su equipo económico no solo ya habían tomado la importante decisión de iniciar las negociaciones con el FMI» sino que se lo habían transmitido a un diario, que al día siguiente lo publicó en primicia.

Según la socialista, este gesto pone de manifiesto «la impertinente y vergonzosa intromisión de los grupos empresariales en el ámbito soberano del poder ejecutivo» así como «la práctica recurrente de despreciar el valor de la representación democrática, de imponer intereses corporativos en las decisiones de Estado, a espaldas de la población».

En su carta, la ministra saliente también se ha referido al «retroceso en derechos laborales, la ley contra las huelgas y la propuesta de ley para legalizar jornadas inhumanas en perjuicio de las mujeres», así como a «los salvajes recortes a la inversión pública» y al «daño irreparable que ellos causarán a nuestro Estado social, construido con el esfuerzo de muchas generaciones de costarricenses y debilitado gravemente en las últimas décadas».

Por último, ha asegurado que seguirá trabajando «por los Derechos Humanos, por los derechos de las mujeres, una y mil veces ignorados y violentados, y por conseguir –aún en condiciones adversas como las actuales– que prevalezca la esperanza de que la política pueda hacerse sin temor a los desacuerdos (…) y sin aceptar ninguna clase de presión ajena al interés superior patrio».

Alvarado había anunciado el pasado 17 de septiembre la decisión de negociar un crédito por 1.750 millones de dólares con el FMI, lo cual desató violentas protestas y bloqueos en el país centroamericano, promovidas desde el movimiento izquierdista «Rescate Nacional», que fue respaldado por el partido de Mora, el Frente Amplio.

Las protestas llevaron al gobierno a suspender el acuerdo y convocar la mesa de diálogo. Sin embargo, el jueves pasado se anunció la intención de negociar con el organismo monetario con el fin de solventar el problema fiscal del país de manera permanente y alcanzar un superávit primario del 1 por ciento en 2023.

Expertos aseguran que es indispensable la reducción del anquilosado aparato estatal costarricense, pero los líderes sindicales y de izquierda se oponen a estas medidas.

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