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Mientras Pekín mantiene su represión en Hong Kong

El acuerdo comercial entre la Unión Europea y China, ‘un error descomunal’

Mientras China lleva a cabo su represión en Hong Kong violando un tratado internacional, la UE firma un acuerdo comercial con Pekín y se traga sus promesas sobre los derechos humanos.

El 30 de diciembre, China y la Unión Europea llegaron a un entendimiento sobre un acuerdo comercial (Cai) que proporcionará un marco legal único a las inversiones entre las partes, en sustitución de los 26 acuerdos bilaterales vigentes. El acuerdo, que deberá ser ratificado este año en el Parlamento europeo, ha sido objeto de críticas y se ha acusado a Bruselas de haber abandonado totalmente sus valores con tal de conseguir alguna concesión económica más.

Las promesas chinas

Según los datos Eurostat de 2019, los intercambios comerciales entre China y la Unión Europea valen 560 mil millones, pero benefician solo a Pekín dado que la balanza comercial marca un déficit para los países europeos de unos 164 mil millones. El acuerdo gira entorno a los tres temas más espinosos: reciprocidad en el acceso al mercado, igualdad de condiciones para todos los operadores y normas compartidas sobre el clima, la salud y el trabajo. A pesar de los pasos que ha dado el Dragón, y que han sido subrayados por los líderes europeos, en primer lugar la canciller alemana Angela Merkel, que ha querido este acuerdo a toda costa, el Cai permite a los países implicados «tutelar  unilateralmente los intereses nacionales a través de mecanismos de control adecuados de las inversiones entrantes», subraya de manera crítica el Ispi.

China ha prometido eliminar muchas barreras en sectores como el de los vehículos eléctricos, las telecomunicaciones y los hospitales. Ha garantizado mayor transparencia en lo que atañe a las ayudas estatales, aceptando la introducción de normas contra el traslado forzoso de la tecnología. El Cai también prevé que Pekín ratifique diversas convenciones contra el trabajo forzado y a favor de mejorar las condiciones laborales de los trabajadores. Sin embargo, no se han establecido ni las fechas en las que China debería llevarlas a cabo, ni el tiempo límite que tiene para hacerlo.

«Un error estratégico descomunal»

La pregunta que todos se hacen es simple: ¿por qué la Unión Europea cree de verdad que Pekín llevará a cabo unas reformas que la debilitarán y la harán menos competitiva? Se dice que China se comprometerá a hacerlo a través de un acuerdo internacional, pero como señalan muchos observadores, el régimen comunista, desde julio, se ha apoderado de Hong Kong, ha arrestado a activistas y políticos de la oposición, ha restringido las libertades políticas y civiles de la población, ha violado un tratado internacional y no ha pagado las consecuencias. ¿Qué le impedirá a Pekín hacerlo de nuevo?

«Es inconcebible que el Parlamento europeo pueda apoyar el miserable borrador de acuerdo que la Comisión europea quiere firmar con Pekín», ha comentado en el Hong Kong Watch Lord Chris Patten, el último gobernador británico de la isla. «Se trata de un error estratégico descomunal en un momento en el que el presidente Biden intentará reunir un frente de democracias liberales para rechazar la prepotencia de los comunistas chinos y su ataque a las normas internacionales. No deberíamos intentar contener a China, sino que deberíamos obligar al Partido Comunista chino a respetar las normas».

«Europa es un chiste»

Si se aprueba este acuerdo, continúa Lord Patten, «la ambición de Europa de ser un actor serio a nivel económico y político se considerará un chiste»: 

«La Unión Europea está escupiendo sobre los derechos humanos y demuestra tener una visión delirante de la fiabilidad a nivel internacional del Partito Comunista chino. Entre otras cosas, es increíble que Europa piense de verdad que China respetará lo que ha prometido sobre los estándares de las condiciones laborales de los trabajadores. ¿De verdad asistiremos al final del trabajo forzando en Xinjiang y al desarrollo del movimiento sindical en China? Olvidaos de ello. Nuestros pensamientos, palabras y acciones internacionales deberían tener en cuenta que se ha destruido una ciudad libre en Asia, con todas las consecuencias económicas y humanas que esto conlleva. Cuando suceden cosas terribles como esta, no podemos mirar a otro lado».


Publicado por Leone Grotti en Tempi.

Traducido por Verbum Caro para La Gaceta de la Iberosfera.

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