«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La Gaceta de la Iberosfera
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
CAE EL MITO DE LA 'POTENCIA MÉDICA' COMUNISTA

El castrismo publicita tres vacunas propias, pero aplicará una china a los cubanos

Dosis de la 'vacuna' cubana 'Soberana'. REUTERS

En medio de la gigantesca campaña propagandística de sus tres vacunas, Cuba ha informado que comenzará a aplicar una hecha en china, pero que de todos modos mantendrá como «refuerzo» una de las supuestas vacunas isleñas. Esto ocurre semanas después de que el régimen de La Habana aceptara que la situación del coronavirus en el país es muchísimo más grave de lo que venían diciendo.

Incluso, en declaraciones oficiales, funcionarios del Estado cubano han reconocido «imprecisiones«en los datos, es decir, que se ha estado mintiendo a los cubanos y al mundo en cuanto a las verdaderas cifras de contagios y muertes en el archipiélago a causa de la pandemia.

Durante casi todo el 2020 Cuba ofreció datos que mostraban al país como la falsa «potencia médica» que el régimen dice ser: muy bajos números de afectaciones por el coronavirus, anunciaron que harían vacunas para consumo interno y exportación, y ofrecieron brigadas médicas internacionalistas. Pero a mediados de noviembre, dos semanas después de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, en los reportes oficiales de pronto comenzaron a subir los números de contagios y fallecimientos.

«El 19 de noviembre la dictadura empieza reportar cifras más cercanas a la realidad con la idea de que la situación de crisis humanitaria pudiera servir de pretexto para abogar, como ha sucedido, por la eliminación de las más de 200 sanciones impuestas por la administración de Donald Trump, con quien no tenían ninguna expectativa de distención, e incluso, en última instancia, para intentar allanar el camino hacia el levantamiento del embargo», dijo a La Gaceta de la Iberosfera el opositor Antonio Rodiles.

«No podemos olvidar que Joe Biden, como vicepresidente de Barack Obama, eliminó sanciones a la dictadura, los quitó de la lista de patrocinadores del terrorismo internacional, implementó una política de compromiso y abrió una embajada en La Habana. Es un presidente con quienes sus planes tendrían más posibilidades y que durante su campaña electoral se pronunció a favor de un regreso a la política de engagemenet «, señaló.

En varias ocasiones el activista y profesor ha mencionado que la data reportada por el régimen presenta un comportamiento atípico no descrito en ninguna literatura científica.

«El propio régimen ha reconocido la imprecisión de sus datos. El aumento de casos y muertes pone muy en duda la efectividad de sus vacunas. Cuando se tiene una vacuna efectiva las personas pueden infectarse, pues no limita el contagio pero sí disminuye el número de fallecimientos y de personas que terminan en unidades de cuidados intensivos, tal como se ha visto en países como Israel y Estados Unidos», comentó.

Con el incremento de positivos y muertes por coronavirus en la isla comenzó el proceso de colapso, no sólo del deprimente sistema de salud pública sino también de las morgues y los cementerios. En este último periodo, según las fichas gubernamentales, la provincia de Cienfuegos ha sido una de las zonas más afectadas.

En medio de todo esto, Cuba sigue promoviendo no una sino tres vacunas nacionales (Abdala, Mambisa y Soberana). Resulta entonces muy llamativo que hace solo unos días dieran a conocer que en ese territorio, a unos 200 kilómetros de La Habana, se administrará la vacuna china Sinopharm, y que además se aplicará la cubana «Soberana Plus» como «refuerzo«, según arguyen los funcionarios estatales.

«Mezclar vacunas, desde el punto de vista médico, es descabellado«, expresó desde Miami el doctor Alfredo Melgar, quien dirige varios centros de salud en la Florida y está muy pendiente del desarrollo de la pandemia en Estados Unidos y Cuba. El médico explicó los posibles peligros de esta combinación y advirtió que las «vacunas cubanas no funcionan«y que el régimen, como «el virus se le ha ido de las manos» ahora «está experimentando con la gente«.

Desde dentro y fuera de la isla, profesionales de la salud y analistas, al examinar matemáticamente lo dicho por el régimen y compararlo con el comportamiento del virus en otros territorios, han alertado sobre la adulteración de las estadísticas reales. El proyecto Estado de Sats, dirigido por el físico-matemático y opositor Antonio Rodiles, sistemáticamente ha expuesto esta situación. Semanas atrás, en su programa «Libertad y punto» el doctor Melgar ya había asegurado que «las vacunas cubanas no están funcionando«. 

Desde que comenzaron a distribuirse y aplicarse mundialmente las vacunas, es la primera vez que el régimen de Cuba (insisto: empeñado en mediatizar la supuesta de efectividad de sus tres vacunas) asume que administrará a su población una fabricada en el extranjero. Las dosis de Sinopharm, cuya eficiencia -según se publicita- es del 79 %, se pondrá a los cienfuegueros de 19 años o más que no hayan sido vacunados. Esto notificó la Agencia Cubana de Noticias, al servicio del Partido Comunista, que controla todos los medios masivos de comunicación.

Vicente Vérez, director del Instituto Finlay de Vacunas (IFV), fabricante de vacunas cubanas, alegó que la intención de esta medida es «inmunizar a la población ante la presencia de variantes más contagiosas del virus que, en el caso de esta región, superó el millar de contagios durante varios días seguidos».

Vérez no especificó si las dosis de fueron compradas a China o si fueron donadas por el régimen comunista de ese país. Vale subrayar que Cuba no se integró a Covax, el mecanismo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) establecido para que los países más pobres del planeta pudieran acceder a las vacunas contra el coronavirus.

Medios internacionales como CNN y Efe, ambos con base en La Habana, han señalado que hasta el momento Cuba había mantenido que sólo dependería de vacunas propias. Pero el régimen ha objetado que no se negó, sino que simplemente optó por fabricar sus propias vacunas.

El 20 de agosto, Laura Becquer, del equipo de Efe Noticias, redactó el texto La pandemia asfixia la salud en Cuba, donde asegura que «el país caribeño, de 11,2 millones de personas, registra la tasa de incidencia de la enfermedad más elevada de las Américas y una de las mayores del mundo con 1.173 contagios por cada 100.000 habitantes en los últimos 15 días», y que el actual rebrote, de unos 8.000 casos y 70 muertos diarios, lo enfrenta «con falta de oxígeno, medicinas y médicos, hospitales sobresaturados y servicios funerarios colapsados, según datos del Ministerio de Salud Pública.

En este contexto se han registrado denuncias de enterramientos en fosas comunes, que el régimen ha negado, pero en las redes sociales han aparecido videos que lo confirman. Roberto Alejandro Ibarra Ruiz publicó en su página de Facebook (Tîcö Äwö Ôrümîlä) un video que muestra cómo el ataúd de su abuela es enterrado en una fosa común en Santiago de Cuba, al oriente de la isla.

«Ayer, 31 de julio, en el noticiero, Humberto [López, vocero y difamador al servicio de la dictadura] dijo que en Cuba no se entierra en fosas, que eso era mentira. Incluso, dijo que el video que rondaba era un video de una fosa en Brasil, que aquí en Cuba eso no se hace. El 24 de julio yo enterré a mi abuela en el cementerio de Juan González«, escribió el joven santiaguero en la red social, acompañando el video.

El 17 de agosto en el diario local 5 de septiembre apareció el reportaje titulado Covid-19 en Cienfuegos: la verdad sobre la mesa, donde se atestigua que los casos «suben como la espuma en Cienfuegos, la provincia de mayor tasa de positividad en Cuba durante los últimos quince días. Ello no parece tener límites de velocidad en la autopista pandémica, pues según trascendió, en reunión del Grupo Temporal de Trabajo, las próximas semanas también escanearán cifras elevadas de contagios en 24 horas».

Cienfuegos, donde se experimentará con la mezcla de las vacunas chinas y cubanas, ha sido descrito en las últimas semanas como un «escenario sin precedentes«, debido a la «falta de pruebas diagnósticas, acumulación de PCR sin resultados» y el «ineficiente manejo de los casos en la atención primaria de salud». La prensa cienfueguera reveló que en esta provincia central, que tiene un total de 701 médicos, más de 400 se habían ausentado al trabajo, sobrecargando al personal sanitario, llegándose al extremo de que tan solo dos médicos «habían atendido a 250 pacientes».

TEMAS |
.
Fondo newsletter