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PESE AL 'APOCALIPSIS' AUGURADO POR LOS DEMÓCRATAS

El ejemplo de Texas: sin mascarillas tiene mejores datos epidemiológicos que estados con fuertes restricciones

Estadio lleno en Texas para asistir a un partido de béisbol. El estado ha eliminado las restricciones de aforo. Reuters

Cuando Texas anunció el fin de las restricciones contra la pandemia de Covid -ni confinamiento, ni mascarillas y los negocios al 100% de capacidad-, la reacción de los medios y los políticos de progreso de toda Norteamérica fue echarse las manos a la cabeza y profetizar el apocalipsis para los texanos. Peor aún: como suele suceder, a Texas le siguieron otros estados ‘cavernícolas’ como Mississippi, Alabama, Florida y Georgia, para aumentar el escándalo.

No exagero; ellos, sí. “Los Gobernadores Republicanos Celebran el Aniversario del Covid con un Audaz Plan para Matar a Otro Medio Millón de Americanos”, titulaba la prestigiosa Vanity Fair y la estrella de la MSNBC Keith Olbermann anunciaba que “Texas ha decidido ponerse de parte del virus”.

Los políticos demócratas no se quedaban atrás, más bien al contrario. El propio presidente Biden (o su teleprompter) calificó la medida de “pensamiento neandertal”, el gobernador de California y sobrino de la ‘speaker’ Nancy Pelosi, Gavin Newsom, declaró la iniciativa “absolutamente temeraria” y el aspirante demócrata a la candidatura presidencial Beto O’Rourke sentenció que el Partido Republicano era una “secta de la muerte”.

Quienes lo estaban haciendo de modo responsable, ‘respetando la ciencia’ y ‘anteponiendo las vidas a la economía’, eran estados como la propia California o la Michigan de Gretchen Whitmer, con restricciones draconianas. Esta última acaba de anunciar su intención de hacer permanente la obligatoriedad de llevar mascarillas en espacios públicos.

El consenso, en fin, era definitivo, universal y absolutamente pesimista, algo así como con la ‘emergencia climática’. Solo que, también como con tantas profecías sobre el clima, tampoco en esta ocasión llegó el apocalipsis y el Ángel Exterminador pasó de largo.

Peor, mil veces peor: no solo, evidentemente, la economía de estos ‘estados criminales’ se mantuvo a salvo, sino que los propios datos epidemiológicos de sus poblaciones eran mejores que los de sus homólogos sometidos a un régimen norcoreano de restricciones.

El número total de nuevos casos en Texas el pasado 20 de abril fue de 3.004, es decir, 103 por millón. En Michigan, con sus restaurantes el 50% de su capacidad, confinamientos parciales, estrictas órdenes de distanciamiento social y, como hemos dicho, mascarilla perpetua, la media de nuevas infecciones para el 20 de abril fue de 790 por millón, casi ocho veces peor que en Texas.

Pero si están pensando, no sé, que quizá Michigan tenga particularidades que lo hacen más propenso al contagio, no es un caso aislado (juego de palabras involuntario): pasa otro tanto en Nueva Jersey, también sometida a un régimen estricto, con confinamientos prolongados, tiene el cuádruple de casos que Texas. En fin, el aumento de los casos es mayor (el doble) en Pensilvania, Minnesota, Rhode Island, Maine, y Nueva New York que en Texas.

Solo Florida, entre los estados laxos respecto a las medidas contra la pandemia, en fin, figura en el Top Ten del crecimiento de nuevos casos. Por lo demás, los brotes en Florida han sido mucho menos letales que en los estados más estrictos. Nueva Jersey, por ejemplo, tiene la peor tasa de mortalidad por covid de la unión, 2.838 por millón el 20 de abril, e inmediatamente detrás vienen Nueva York (2.672) y Massachusetts (2.537). Florida ocupa el puesto 28 en muertes por covid. Texas tiene un total de 1.721 de muertes por millón. Se diría que el virus es republicano.

La consigna omnipresente en esta pandemia es acusar de “negacionista” y “enemigo de la ciencia” a cualquiera que disienta con la línea oficial de mantener las restricciones ‘in eternum’. Pero la ciencia se basa, precisamente en la evidencia y los resultados, no en la fe ciega de unos expertos que, a la hora de la verdad, parecen acertar solo cuando rectifican.

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