El general Mark Milley, jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, ha admitido que, tal como se cuenta en el último libro del periodista Bob Woodward, llamó a su homólogo chino, el General Li Zuocheng, de espaldas al entonces presidente Donald Trump para asegurarle de que si éste ordenaba un ataque “probablemente” le avisaría con tiempo.
Sucedió en una vista en el Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes convocada para investigar, precisamente, si el general favorito de todos los demócratas, primer responsable de la desastrosa retirada de Afganistán, se había puesto en contacto con un enemigo potencial de espaldas al poder civil legítimo para comunicarle su voluntad de traicionar a su país en caso de guerra. Porque, naturalmente, avisar a un enemigo en guerra antes de un ataque no es meramente alta traición y una forma obvia de usurpación del poder civil representativo, sino que facilitaría una hipotética victoria sobre América y produciría incontables bajas de soldados estadounidenses.
Interrogado sobre la veracidad de esta versión de Woodward, Milley confesó a la senadora republicana por Tennessee Marsha Blackburn que, en efecto, habló con Woodward para asegurarse de que lo que aparecía en el libro era exacto.
“Se trata de una conversación más larga”, explicó Milley. “Se trata de una teleconferencia con el General Li, y había evidencias recopiladas por las agencias de Inteligencia que nos convencieron al secretario Esper, a mí mismo y a muchos, muchos otros de que los chinos pensaban erróneamente que Estados Unidos iba a atacarles. Tengo la seguridad absoluta de que el presidente Trump no tenía intención de atacar y era mi misión asegurarme de comunicárselo (…). Como parte de esa conversación, dije: “General Li, no va a haber guerra. No va a haber un ataque entre grandes potencias. Y si lo hubiera, antes habría una escalada de tensión. Habría intercambio de llamadas de toda clase de estamentos oficial”. Le dije también: “Hey, General Li, probablemente le dé un toque, pero no vamos a atacarles. Confíe en mí, no vamos a atacarles”.
Vicky Hartzler, diputada republicana por Minnesota, le respondió al general: “Entiendo su intención, pero creo que ha dejado claro que le dijo que le llamaría, y eso debería obligarle a dimitir. Creo que va contra nuestro país que dé a nuestro principal enemigo esa información y que le diga eso”.