La comunidad cristiana de Irak están esperando al Papa Francisco, que visitará el país del 5 al 8 de marzo, con la esperanza de que hable con las autoridades iraquíes y la autoridad máxima religiosa del Islam para protegerles de la persecución.
«Es un mensaje de todos los cristianos: que estamos perseguidos. Ahora el problema es de existencia, de continuar viviendo aquí, y que él va a hablar con las autoridades iraquíes y con la autoridad máxima religiosa del Islam sobre la cuestión de los cristianos de todo Irak y de la Llanura de Nínive sobre todo», ha subrayado el sacerdote sirocatólico iraquí Behnan Benoka.
Así lo ha indicado este martes, en una rueda de prensa de la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada en España (CAN, por sus siglas en inglés) para presentar su campaña ‘Los últimos cristianos de Irak’, con la que quieren ayudar a las personas más afectadas por la invasión del Daesh entre 2014 y 2017, socorrer a numerosos desplazados cristianos que siguen sin poder regresar a sus casas y financiar la reconstrucción de decenas de iglesias y edificios.
El director de ACN en España, Javier Menéndez Ros, ha explicado que, aunque a finales de 2017 comenzó la reconstrucción de las casas e iglesias destrozadas y la vuelta paulatina de la población cristiana de la Llanura del Nínive -ya casi han regresado la mitad-, la realidad es que «en 2021 siguen en peligro de extinción».
En estos momentos, Ayuda a la Iglesia Necesitada está trabajando en la última fase para ayudar a los cristianos en Irak, tras una primera de ayuda de emergencia, una segunda de reconstrucción de las casas y una tercera de reconstrucción de monumentos simbólicos, y atisban un rayo de «esperanza».
Durante su visita, el Papa viajará a Erbil, capital del Kurdistán iraquí. Este punto se erige como el último refugio de los cristianos en Irak. Debido a las numerosas persecuciones y amenazas de muerte a manos de los grupos musulmanes radicales, miles de familias cristianas escaparon de las ciudades de Basora, Bagdad y Mosul para refugiarse en Erbil y las zonas limítrofes. Antes de la invasión de Irak en 2003, había alrededor de 1,2 millones de cristianos en todo el país; ahora no quedan más de 300.000. Además de católicos caldeos, que representan el 75% de los cristianos iraquíes, están los asirios o nestorianos, seguidos de siriaco-ortodoxos, y, en menor número, armenios y protestantes.