La Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC), el partido surgido en 2016 tras la desmovilización del grupo terrorista de ultraizquierda con el mismo nombre (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), ha hecho oficial su cambio de nombre, que pasará a conocerse a partir de ahora por Comunes, después de la celebración este fin de semana de su II Asamblea Extraordinaria.
Uno de los primeros en hacerlo oficial ha sido el líder del partido, Rodrigo Londoño, también conocido como ‘Timochenko, quien días antes reconoció que «en la práctica» utilizar las mismas siglas del grupo terrorista no fue la opción «más acertada».
«A partir de hoy nuestro partido adoptara el nombre de Comunes», ha dicho ‘Timochenko’, quien ha señalado también que la decisión se produjo tras un debate en el que también se ha acordado mantener el emblema de la rosa como símbolo.
«Ser Comunes es dar un paso más hacia la lucha por la implantación del Acuerdo de Paz, es un paso más hacia la reconciliación, el diálogo y la esperanza por ver un mejor país», ha escrito también en Twitter la senadora, Griselda Lobo, alias ‘Sandra Ramírez’.
El cambio se ha producido por la «carga negativa» y el «estigma» del nombre tras el uso extensivo que los comunistas de las FARC hicieron de las matanzas, asesinatos, secuestros, narcotráfico, extorsión, contrabando, violaciones a mujeres y hasta el uso de minas antipersona que causaron la muerte al menos a 200.000 personas, además de 45.000 desaparecidos y provocaron cientos de miles de víctimas (entre heridos y desplazados), además de la ruina económica para la región donde operaban.
“Con el nuevo nombre buscamos mantener todo el acumulado histórico desde la gesta comunera y la de los comunes en los años 50, resolver el problema que persiste en la gente y avanzar en el campo de la acción política como alternativa”, aseveró Lobo.