La Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades de Castilla y León, dirigida por la popular María Isabel Blanco Llamas, ha elaborado un anteproyecto de ley LGTBI que propone que el sistema de salud castellanoleonés cubra los tratamientos hormonales y cirugías necesarias para que las personas transexuales de la Comunidad puedan realizar el cambio de sexo -incluidos en estos tratamientos los procesos quirúrgicos genitales e histerectomías, las mamoplastias y las mastectomías, además del material protésico-.
El texto del Partido Popular contempla que, para la realización de los cambios de sexo, no se requieran tratamientos hormonales previos ni se condicionará la prestación sanitaria a un examen psiquiátrico. En el caso de los menores de edad, el anteproyecto aclara que recibirán el tratamiento médico relativo a su transexualidad proporcionado por profesionales pediátricos, incluido el tratamiento bloqueador hormonal al inicio de la pubertad y el tratamiento hormonal cruzado, de acuerdo a los criterios clínicos y analíticos establecidos en el protocolo: «Los menores de edad transexuales tienen derecho a ser oídos y expresar su opinión en atención a su madurez y desarrollo en relación a toda medida que se les aplique».
La futura ley, elaborada por la Consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades de Castilla y León, también prohíbe «las terapias de aversión o de conversión de las manifestaciones de orientación sexual o identidad de género libremente manifestadas por las personas».
De esta forma, la Comunidad que dirige el PP se compromete a «garantizar el principio de igualdad de trato y de no discriminación por razón de orientación sexual e identidad de género en Castilla y León».