El presidente de Ceuta, Juan Jesús Vivas (PP), lejos de pedir disculpas por permitir el veto antidemocrático y el agravio de los partidos islámicos y la izquierda (PSOE) al líder de VOX, Santiago Abascal, ha vuelto este lunes a atacar a la tercera fuerza política de España -y a la que su partido debe el gobierno en regiones como Madrid y Andalucía-.
En una entrevista en la Cadena COPE, ha justificado la colaboración del PP para que prosperara la sectaria declaración de «persona non grata» e «indeseable» contra Abascal y ha acusado a VOX de «establecer un cordón sanitario en la ciudad autónoma».
Así, ha tildado de «responsable» la decisión contra el líder de una formación, VOX, que, a su juicio, puso en «riesgo la convivencia» tras la invasión de inmigrantes ilegales del pasado mes de mayo. «No a los cordones sanitarios, nunca. Pero tampoco sí a los cordones sanitarios que establece VOX para poner en riesgo la convivencia de Ceuta, para incendiar Ceuta y dividir a ceutíes en la defensa de nuestra españolidad», ha señalado Vivas.
El presidente ceutí ha afirmado que la declaración -impulsada por el partido islámico Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía (MDyC)- tiene su origen en la visita el 24 de mayo de Abascal a Ceuta, ciudad en la que VOX fue el más votado en las pasadas elecciones generales. «El señor Abascal vino a Ceuta a decir que en la Asamblea de Ceuta hay partidos que sirven a intereses de Marruecos. Que son quintacolumnistas de Marruecos, cito textualmente», ha añadido.
La dirección del Partido Popular limitó este domingo -dos días después- su reacción al señalamiento a Abascal a una declaración de la presidenta del Comité de Derechos y Garantías del PP, Andrea Levy, en la que no desautorizó al PP ceutí ni anunció una votación de desagravio.
Tan solo Levy aseguró que su partido «siempre va a estar en contra de declarar ‘personas non gratas’, de los señalamientos y de cordones sanitarios» y que la declaración de alguien como ‘persona non grata’ es «una herramienta absolutamente deleznable que utiliza la izquierda» como forma de expresar su «superioridad moral» para «echar al adversario político».