La dirección del Partido Popular ha limitado su reacción al veto antidemocrático de los partidos islámicos y la izquierda -con el imprescindible permiso de su formación- en la Asamblea de Ceuta al líder de VOX, Santiago Abascal, con una declaración tardía -dos días después- de la presidenta del Comité de Derechos y Garantías del PP, Andrea Levy, y sin desautorizar al PP ceutí ni anunciar una votación de desagravio.
Tan solo Levy ha asegurado que su partido «siempre va a estar en contra de declarar ‘personas non gratas’, de los señalamientos y de cordones sanitarios» y que la declaración de alguien como ‘persona non grata’ es «una herramienta absolutamente deleznable que utiliza la izquierda» como forma de expresar su «superioridad moral» para «echar al adversario político».
Y todo mientras el líder de la formación guarda silencio después de que sus compañeros permitieran el pasado viernes que los islámicos Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía (MDyC) y Caballas y el PSOE declararan persona non grata e «indeseable» a Abascal por defender las fronteras españolas y denunciar la presencia de «quintacolumnistas» marroquíes en la ciudad autónoma, una contribución a la campaña de demonización de VOX, tercer partido de España y formación a la que deben sus gobiernos en Madrid y Andalucía.
Únicamente un par de diputados regionales del PP y Cayetana Álvarez de Toledo se desmarcaron rápidamente de la línea oficial. La diputada nacional, la más contundente, aseveró que «demonizar a quien te permite gobernar (hoy en Autonomías y ciudades; mañana quizá en España) es una incongruencia moral y un disparate estratégico».
El veto sectario al presidente del partido más votado por los ceutíes en las últimas elecciones generales partió del MDyC, de Fatima Hamed, que acusó a Abascal de echar «de menos la Inquisición, la dictadura y los métodos de Hitler«. «Si a los miembros de VOX en Ceuta no les gusta su multiculturalidad, si se avergüenzan de ella, cojan el barco», señaló sobre los cuatro integrantes de ese Grupo Parlamentario, que votaron en contra de la antidemocrática propuesta.
La respuesta de VOX
El propio Abascal se manifestó a través de la red social Twitter y denunció que «el PP colabora en la campaña de demonización de VOX. Una campaña que produce violencia contra nosotros, nuestros simpatizantes y nuestras familias. Al mismo tiempo pretende nuestro apoyo para sus iniciativas en varios parlamentos. O una cosa o la otra. Las dos no van a poder ser».
Así, el portavoz de VOX en la Asamblea de Ceuta, Carlos Verdejo, recordó que «Fatima Hamed representa lo más integrista de esta ciudad». «Es un lobo con piel de cordero e intereses perversos», dijo, al tiempo que tildó a la portavoz de MDyC y a Mohamed Ali (Caballas) de «promarroquíes encubiertos de falsa bandera que dicen viva España y viva el Rey, pero obedecen al país vecino». «No han condenado a Mohamed VI, a quien rezan, mantienen chiringuitos proinmigración marroquí y defienden que aquí haya imanes pagados por el Ministerio de Asuntos Religiosos del país vecino, por lo que Abascal tiene toda la razón», añadió.
La contundente condena de Díez, Arrimadas, Girauta y Adanero
La reacción del PP contrasta con la de la expresidenta de UPyD Rosa Díez, que mostró un contundente rechazo a la declaración contra Santiago Abascal: «Ni respeto ni vergüenza».
También se opuso la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, que en su perfil en la red social Twitter dijo que se trata de una práctica «idéntica a las empleadas por los nacionalistas» para «atacar» a los constitucionalistas. «Es inadmisible».
Los ciudadanos ceutíes ejerciendo su libre albedrío fueron a las urnas y declararon a @Santi_ABASCAL hijo predilecto. Hoy los políticos q perdieron en las urnas se han tomado la revancha; ojo, no contra @Santi_ABASCAL sino contra los ciudadanos. Ni respeto ni vergüenza. https://t.co/tABGMXPYdB
— Rosa Díez (@rosadiezglez) July 23, 2021
Asimismo, el diputado de Navarra Suma Carlos García Adanero afirmó que «declarar ‘persona non grata’ a alguien por defender sus ideas es un acto sectario, autoritario y excluyente que no debería darse nunca en un país democrático y libre». «Por desgracia en España se ha sufrido muchas veces. Lo denunciaremos siempre. Mi apoyo a Santi Abascal. Un abrazo», concluyó.
