«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Tras la frudulenta victoria de Maduro en las eleccciones

El presidente del TSJ de Venezuela amenaza a los diputados de la anterior Asamblea con juicios y sanciones

El tirano venezolano, Nicolás Maduro, habla después de una reunión con el viceprimer ministro ruso, Yuri Borisov, en Caracas, Venezuela, el 5 de octubre de 2019. Palacio de Miraflores / Handout vía REUTERS.

El presidente del corrupto Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela, Maikel Moreno, ha asegurado que los diputados de la anterior legislatura de la Asamblea Nacional «juzgará y sancionará» de manera «implacable» todas sus acciones.

Moreno ha acudido, junto con el presidente fraudulento del país, Nicolás Maduro, al acto de apertura de las actividades judiciales del año 2021, llevado a cabo en la capital venezolana en la sede del TSJ.

Allí, ha asegurado que «los que se aliaron con naciones extranjeras para robarse los recursos económicos de todos los venezolanos y bloquearon las operaciones de Petróleos de Venezuela (PDVSA) y regalaron CITGO, encontrarán en cada juez del Poder Judicial un árbitro imparcial, pero implacable para juzgar y sancionar todas sus acciones».

En este sentido, ha apoyado las labores que la Fiscalía General está llevando a cabo contra los anteriores diputados de la Asamblea Nacional.

«Daremos respuesta a cada petición y a cada clamor del pueblo, que hoy más que nunca nos demanda acciones contundentes y ejemplarizantes para los traidores de la Patria», ha continuado Moreno.

Por su parte, el corrupto Nicolás Maduro, durante su intervención en dicho acto, ha asegurado que «el Estado venezolano ha tenido una gran victoria contra la conspiración trumpista y colombiana para destruir sus instituciones».

Maduro ha alabado el sistema judicial del que goza Venezuela, que ha sido posible mantener gracias a luchar contra «la pretensión de instalar un Estado paralelo mediante la ‘designación’ de autoridades írritas».

El chavismo dio inicio a principios de enero a la nueva Asamblea Nacional después de cinco años de control opositor tras hacerse con una holgada victoria en las fraudulentas elecciones parlamentarias del 6 de diciembre. Logró 253 de los 277 escaños en juego en unos comicios a los que no concurrió el grueso de la oposición, encabezada por Guaidó.

De forma paralela, y en un lugar alternativo a la sede legislativa, los diputados de la Asamblea Nacional elegida en 2015 reivindicaron su continuidad alegando que las elecciones de diciembre carecieron de las garantías suficientes y que no puede haber un vacío institucional.

Así, la nueva Asamblea Nacional ha instalado una comisión especial para investigar a la directiva de la anterior legislatura «en lo político, económico y social» para responsabilizar a «los irresponsables que no quieren a la patria» y «aclarar los crímenes» que pudieran haber cometido.

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