El tirano boliviano Evo Morales cruzó la frontera de regreso a Bolivia un año después de huir de la Justicia tras las elecciones fraudulentas. Lo hace con la llegada del dirigente izquierdista Luis Arce al Gobierno.
“Hoy es un día importante en mi vida, volver a mi patria que tanto quiero me llena de alegría”, dijo en su cuenta de Twitter.
El presidente Arce dijo que Morales no jugará ningún papel en su gobierno.
Alrededor de 2.000 simpatizantes, incluidos políticos de extrema izquierda, se reunieron en el cruce de La Quiaca el lunes para despedirlo.
Fernández dijo a la multitud que el conflicto electoral en Bolivia recordó a todos los latinoamericanos la necesidad de solidaridad regional. “Somos parte de una patria grande”, sostuvo el presidente argentino.
Después de 11 meses de un Gobierno interino, Arce, de 57 años, ganó las elecciones de octubre y prestó juramento como presidente el domingo, en una ceremonia en la ciudad montañosa de La Paz frente a jefes de estado de Argentina, Paraguay, Colombia y España, así como altos funcionarios de Chile, Irán y del gobierno de Nicolás Maduro de Venezuela.
