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El expresidente continúa ejerciendo como operador de la izquierda chavista

El vínculo de Zapatero con el narcotráfico y la maquinaria para que Colombia sea gobernada por el crimen organizado

El tirano Nicolás Maduro y el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero. Reuters

Cuando publiqué esta información hace casi dos años, varios medios en España y Latinoamérica la cubrieron. En ese momento hubo un revuelo, pero parece que se ha olvidado. Digo esto porque acabo de ver el vídeo del encuentro que hubo entre el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero y el candidato de la extrema izquierda a las elecciones de Colombia, Gustavo Petro.

Si todos estuvieran al tanto de las relaciones de Zapatero con las mafias narcotraficantes de Venezuela, Petro evitaría reunirse con él para que no le empañara su candidatura. Pero no. Zapatero continúa siendo una especie de operador de la izquierda chavista que hoy apuesta con todo al triunfo de Petro en Colombia.

Hace dos años hablé con dos personas en Washington DC que trabajaban con la inteligencia americana que me pusieron al tanto de esto: durante el Gobierno de Zapatero se desarrolló una operación de narcotráfico desde Venezuela amparada por el entonces régimen de Hugo Chávez. En ese momento el director de la inteligencia venezolana era Hugo ‘El Pollo’ Carvajal.

De acuerdo con ambas fuentes, la inteligencia americana pudo precisar el desarrollo de esta operación con bastante detalle: un hombre cercano a Zapatero, el comisario Florencio San Agapito, tenía muy buenas relaciones tanto con el Cuerpo Nacional de Policía como con el Centro Nacional de Inteligencia, de España. San Agapito conoció a Hugo Carvajal en 2007, en Caracas, en el hotel Eurobuilding. Ambos lograron tejer una red que encubría rutas de narcotráfico que salían del estado Sucre en Venezuela, pasaban por Surinam y terminaban en Galicia. 

Los dos hombres con los que hablé entonces me mostraron algunas fotos y unos documentos. Uno de ellos me dijo que con el dinero de ese entramado se ha financiado parte del partido español Podemos y las maniobras de Zapatero, en representación del Foro de Sao Paulo y el Grupo de Puebla. 

Es claro que desde hace años Zapatero es un operador de Nicolás Maduro. Entra a Venezuela constantemente, siempre con el propósito de aliviar las tensiones a favor de la tiranía. Hace poco estuvo en Caracas para blanquear el último fraude electoral del chavismo. 

Cuando publiqué el artículo sobre San Agapito, la intención fue denunciar que el Gobierno de Pedro Sánchez estaba protegiendo a Hugo Carvajal con el fin de evitar su extradición hacia Estados Unidos. Propiamente, era Pablo Iglesias quien en ese momento era miembro del Gobierno socialista y conformaba la Comisión Delegada para los asuntos de Inteligencia de España.

Sin embargo, ahora que es evidente que Zapatero no ha dejado de operar a favor del Foro de Sao Paulo y la dictadura de Nicolás Maduro, recomiendo retomar la información que hay sobre él. Es claro que el proyecto inminente del Foro chavista es el candidato extremista Gustavo Petro. Por ello alarma tanto que se haya activado toda la maquinaria para convertir a Colombia en otro país gobernado por el crimen organizado. 

Por supuesto, a todo esto hay que añadir que Zapatero también tiene una mina de oro en Venezuela, como han revelado tanto Hugo Carvajal como la exsenadora colombiana Piedad Córdoba. Y tener una mina de oro en Venezuela es algo así como apretar el gatillo, a diario, y empaparse de sangre inocente. Porque todo lo que hay detrás de ese contrabando que maneja el chavismo es muerte.

Zapatero le dijo a Petro que viene un cambio para Colombia que será histórico. Claro, que Colombia se convierta en otro santuario de grupos criminales, como lo es hoy Venezuela, trascenderá a la historia. Como una tragedia, por supuesto, pero lo hará. Ese es el objetivo del expresidente español, quien tiene que garantizar que todos los países sean tomados por el Foro de Sao Paulo para poder seguir viajando y operando con despreocupación. Al final, de eso vive.

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