Estados Unidos y otros veinte países han emitido una declaración conjunta en el que condenan la represión en forma de detenciones arbitrarias por parte de la dictadura comunista, y llaman al régimen de Miguel Díaz-Canel a respetar los derechos y libertades del pueblo cubano, incluido el libre flujo de información.
En la declaración queda excluida España, país en el que el Gobierno liderado por Pedro Sánchez se niega a condenar la represión comunista en Cuba y a calificar de dictadura al régimen.
La resolución, firmada por los ministros de Asuntos Exteriores de Estados Unidos, Austria, Brasil, Colombia, Croacia, Chipre, República Checa, Ecuador, Estonia, Guatemala, Grecia, Honduras, Israel, Letonia, Lituania, Kosovo, Montenegro, Macedonia del Norte, Polonia, Corea del Sur y Ucrania, señala que el pasado 11 de julio decenas de miles de cubanos participaron en manifestaciones pacíficas en todo el país para protestar por el deterioro de las condiciones de vida en la isla y que ejercieron las libertades universales de expresión y reunión, derechos consagrados en la Declaración Universal de Derechos Humanos, la Convención Americana de Derechos Humanos, la Carta Democrática Interamericana y la Convención Europea de Derechos Humanos.
Así, los ministros exigen que se libere a los detenidos por ejercer su derecho a protestar pacíficamente y hacen un llamamiento por la libertad de prensa y por la restauración total del acceso a Internet. «La comunidad internacional no vacilará en su apoyo al pueblo cubano y a todos aquellos que defienden las libertades básicas que todas las personas merecen», recoge.
El propio secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, ha señalado que con esta declaración conjunta «las democracias de todo el mundo se están uniendo para apoyar al pueblo cubano, pidiendo al gobierno cubano que respete las demandas cubanas de derechos humanos universales». «Esta declaración conjunta demuestra que el pueblo cubano no está solo en sus aspiraciones», ha finalizado.