El ministro de Consumo del Gobierno de Pedro Sánchez, el comunista Alberto Garzón, ha presentado este viernes el informe ‘Sostenibilidad del Consumo en España’, el cual alerta de que el consumo de alimentos, principalmente de carne y lácteos, en España representa más de la mitad del impacto ambiental, por delante de los vehículos, y se sitúa un 26% por encima de la media de la Unión Europea.
El documento, que recoge datos y recomendaciones de la Comisión Europea, ha sido presentado este viernes por el ministro de Consumo en un acto que ha tenido lugar en el espacio Imact Hub Gobernador, en Madrid.
El ministerio que dirige Garzón recomienda así a los españoles ―como ya hiciera en julio de 2021― que reduzcan el consumo de carne, días después de que se viera al propio ministro degustando un plato de jamón en la Feria de Sevilla.
Según el estudio, la alimentación representa “con diferencia” el principal impulsor de los impactos ambientales generados, como media, por una persona en España. En concreto, en 2018, supuso el 52,1% del índice ponderado de la Huella de Consumo, por delante de la movilidad con un 17,1%; y la vivienda, con un 16,2%.
Según el estudio, la alimentación sigue representando el principal vector del impacto ambiental, algo que el informe de Consumo atribuye, “fundamentalmente, al carácter altamente intensivo e industrial que presenta el sistema agropecuario, fuertemente dependiente del uso de recursos fósiles, de fertilizantes químicos y de grandes cantidades de agua”.
También destaca el peso de los electrodomésticos y la electrónica, categoría en la que se incluyen los móviles, en el uso de recursos minerales y metales (47%).
En comparación con el resto de países de la Unión Europea, el informe revela que, respecto al impacto ambiental del consumo de alimentos, este es un 26% superior en España que en la media de la UE.
Entre las recomendaciones que señala el informe, que parten de la Comisión Europea y que el Ministerio de Consumo hace suyas, se encuentra la de cambiar la dieta sustituyendo una parte de los productos de origen animal por productos de origen vegetal, es decir, ir hacia dietas menos intensivas en productos que son más lesivos ambientalmente.
Según precisan desde el Ministerio de Consumo, si se redujera en un 25% el consumo de los productos con un mayor impacto ambiental, como la carne y los lácteos, y se complementara con una subida en el consumo de otros de origen vegetal, como legumbres, podría tener un impacto positivo “muy significativo” con una disminución de cerca del 20% en el impacto ambiental en indicadores como el agotamiento de la capa de ozono o la acidificación.
Entre las recomendaciones, Garzón ha invitado a los españoles a recuperar la dieta mediterránea que, según ha dicho, se ha perdido. “La ironía es que parte de la solución está en la dieta mediterránea que es consustancial a la trayectoria de nuestro país pero que, en aras de desarrollos recientes se ha ido perdiendo”, ha subrayado el ministro.
España representa alrededor del 0,75% de la contaminación mundial; China, en torno al 30%, y EEUU aproximadamente el 13%.
