«Estos Presupuestos son un desastre para la economía catalana». Ésta es la rotunda afirmación del portavoz adjunto del grupo parlamentario VOX en el Parlament de Cataluña, Antonio Gallego, sobre las cuentas para 2022 que la Generalitat pretende sacar adelante gracias a la CUP y que VOX estudiará recurrir de manera directa ante el Tribunal Constitucional si, una vez aprobados, su equipo jurídico considera que hay partidas que vulneran la ley. La formación no pasará, por tanto, por el Consejo de Garantías Estatutarias, «un órgano no vinculante, partidista y poco objetivo».
Los Presupuestos, declara el diputado autonómico de VOX, han sido formulados «por golpistas que no creen en el orden constitucional, ni en la seguridad jurídica, ni en la estabilidad política». Están condicionados y diseñados, dice, para seducir a los antisistema de la CUP, «un partido que defiende la filosofía del decrecimiento, la desobediencia y el caos».
VOX ha reafirmado su distancia infinita con unos Presupuestos que «provocarán más paro, más impuestos y más intervencionismo ideológico» y que son «papel mojado» porque «se basan en un cuadro macroeconómico falso e irreal». Así, Gallego afirma en declaraciones a La Gaceta de la Iberosfera que las cuentas sostienen que la inflación se moverá en 2022 sobre el 2% -cuando hoy está en el 5,2%-, y que Cataluña va a crecer al 6,4% -pese a que los principales organismos nacionales e internacionales de análisis económico están rebajando esas perspectivas de crecimiento-. «Sobra optimismo y falta realismo, las previsiones de ingresos, de gastos, de déficit y de deuda para 2022 no se van a cumplir», subraya.
El diputado de VOX recuerda que las cuentas mantienen «el brutal gasto en chiringuitos de carácter separatista e ideológico que imponen el adoctrinamiento y la hispanofobia» -y crea 16 nuevos-, y los 240 millones de euros de TV3, convertida desde hace años en altavoz de la insurrección secesionista. Asimismo, destinan 40 millones de euros para propaganda institucional, 42 millones de euros para sostener a los más de 500 altos cargos puestos a dedo, más de 28,5 millones de euros para la red de embajadas y «la política exterior ‘fake'», etc.
Por otra parte, denuncia que el tímido incremento en las partidas de seguridad es «absolutamente insuficiente» viendo que Cataluña -y en concreto Barcelona- encabezan los índices de criminalidad en España, y manifiesta que son unos Presupuestos «desquiciados con la cuestión del feminismo, y la histeria climática», cuyas consejerías son las que más crecen. «Están condicionados por la Agenda 2030, de carácter globalista y totalitario, mientras 105.000 familias son incapaces en Cataluña de hacer frente a un imprevisto económico, las tasas de riesgo de pobreza están en masivos en la década, hay mil barracones… cifras que ponen de manifiesto que son un desastre», afirma Gallego.
La formación ha pedido en las últimas semanas reducir a la mitad el número de alto cargos y personal eventual de la Generalitat y ya reclamó la supresión de las «embajadas catalanas» -y de las oficinas sectoriales- para destinar ese «mastodóntico gasto» a las necesidades reales de los catalanes, a partidas sociales y a ayudas a la dependencia. Además, próximamente presentara propuestas para rebajar el impuesto de sucesiones, de transmisiones patrimoniales y el tramo autonómico del IRPF, y la supresión del nuevo impuesto a las emisiones de CO2 con el que el Govern pretende recaudar 160 millones de euros en 2022.