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DEFIENDE LA VIDA, LA FAMILIA, EL ORDEN Y LA SEGURIDAD

José Antonio Kast: la carta patriótica para evitar que el Foro de Sao Paulo asalte Chile

José Antonio Kast, candidato del Partido Republicano a la presidencia de Chile. Reuters

El candidato Republicano, José Antonio Kast, ha sorprendido las últimas semanas al lograr ser la primera preferencia según los últimos sondeos de opinión y ha logrado conducir y reestructurar a la derecha chilena. De tal manera, la adherencia ciudadana hacia Kast ha llegado a superar la que tiene Sebastián Sichel (el candidato oficialista) y al ultraizquierdista Gabriel Boric. Todo parece indicar que serán Kast y Boric quienes pasarán al balotaje tras las elecciones del próximo domingo 21 de noviembre.

José Antonio Kast (55 años) estudió abogacía en la Pontificia Universidad Católica, época en la que perteneció al Movimiento Gremial y que conoció al senador Jaime Guzmán (fundador de la UDI, miembro de la comisión redactora de la actual Constitución y asesinado por el grupo terrorista Frente «Patriótico» Manuel Rodríguez en 1991). 

Inicialmente, Kast militó en la UDI (Unión Demócrata Independiente) teniendo una vasta carrera en este partido. Fue concejal por la comuna de Buin para el periodo 1996-2000 y diputado durante 16 años: entre los años 2002-2014 por el Distrito 30 (que incluía, en ese entonces, las comunas de Buin, Paine, San Bernardo y Calera de Tango), ocasión que obtuvo primera mayoría. Y por el Distrito 24 (La Reina y Peñalolén) entre 2014-2018.

Dentro de la UDI, José Antonio Kast tuvo un rol protagónico al desempeñarse como jefe de bancada en tres oportunidades (en 2007, 2008 y 2011). Asimismo, en el año 2012 fue secretario general del partido.

No obstante, en el año 2016 Kast abandonó la militancia de la UDI por la «falta de convicción» dentro de la colectividad. Por ejemplo, recordada es la frase del histórico dentro de la formación, Joaquín Lavín (quien casi gana la elección presidencial en el 2000, fue alcalde de la comuna de Santiago y Las Condes y, también, ministro de Educación) quien señaló que se identificaba como «bacheletista-aliancista» -es decir, tanto socialista como de centroderecha- en el año 2007.  

«Mi aporte a la UDI ya no es valorado y tengo que dar un paso al costado. No me voy de la derecha, sigo manteniendo mis principios, mis ideales, creo en el mercado, en el mérito, en la propiedad privada, no me cambio de domicilio», dijo Kast tras su renuncia.

En el año 2017, postuló como candidato independiente a la presidencia, logrando el cuarto lugar de las preferencias. Tras estos comicios, fundó el movimiento Acción Republicana en el año 2018 y en 2019 el Partido Republicano, siendo hoy candidato presidencial por este partido. 

José Antonio Kast ha logrado volver relevantes las ideas conservadoras dentro de las derechas chilenas. Pues, estas han sido marginadas paulatinamente desde el retorno a la democracia (1990) ante una derecha que se dedicó exclusivamente a las políticas públicas y los datos económicos. Y si bien, son ejes necesarios para una sociedad libre, tal como ha ocurrido a lo largo de Occidente, abandonaron las ideas valóricas como la cultura.

Lineamientos básicos como el respeto a la vida, defender la familia como núcleo fundamental de la sociedad y el concepto de dignidad humana han sido defendidos tibiamente por las derechas chilenas de la última década. No obstante, con el auge del candidato Republicano, han vuelto a estar en la palestra como valores relevantes dentro del sector. 

Justamente Kast se ha destacado por ser provida y estar en contra del asesinato del hijo por nacer, como también, de combatir el adoctrinamiento de los menores producto de la ideología de género. 

Asimismo, el orden y la seguridad han sido temáticas relevantes para los chilenos que Kast ha logrado encauzar. Pues, la idea de las izquierdas de indultar a los insurrectos del 18-O y de La Araucanía ha sido fuertemente criticada por el candidato, proponiendo ejes que solucionen la violencia y delincuencia. De la misma forma, ha buscado frenar la ola migratoria ilegal que se vive, en especial, en los puntos fronterizos del norte de Chile.

En su programa de gobierno «Atrévete Chile» se encuentran siete puntos clave: «Atrévete a defender la familia; atrévete a mejorar tu barrio; atrévete a terminar con la delincuencia; atrévete a regionalizar Chile, atrévete a terminar con el abuso; atrévete a cantar el himno con fuerza y atrévete para crecer con fuerza».

Los valores que defiende el Republicano van más allá de la derecha conservadora, pues logra tener sintonía con aquellos que no tienen un domicilio político, pero han visto su calidad de vida fuertemente afectada. Por esto, es posible explicar su meteórico ascenso en las distintas encuestas de opinión, a pesar de que todos los candidatos lo califiquen despectivamente de «extrema» derecha. 

Ante esto, Kast ha señalado que solo es extremo en «amar a Chile, en amar la patria, en defender a las pymes, en querer achicar el Estado, en querer combatir al terrorismo, en jugármela por mis amigos, en querer a mi familia, en amar a los animales que tenemos. ¿Extremo en qué? Me pregunto yo».

Según la encuesta Cadem, en el mes de julio José Antonio Kast alcanzó entre 9 y 10 puntos de respaldo, y para la primera semana de noviembre obtuvo 25 puntos, superando al frenteamplista, Gabriel Boric (quien registró 19 puntos). Mientras que para el sondeo de Criteria Research de los meses de julio-agosto, el Republicano registró 7 puntos de adherencia ciudadana. Pero para la última medición del 6 de noviembre, Kast también alcanzó los 25 puntos. Pero, a diferencia de Cadem, está empatado con Boric.

En definitiva, José Antonio Kast logró algo impensado: superar al candidato de la derecha oficialista, que el conservadurismo vuelva a tener protagonismo en la política chilena y sea una fuerza política relevante, y ser el candidato más competitivo para derrotar a la extrema izquierda en las elecciones de este próximo domingo.

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