Desde que Pedro Castillo y el partido que lo llevó a la presidencia, Perú Libre, ocuparon el Poder Ejecutivo el pasado 28 de julio, la incertidumbre política no cesa, y cada día miles de peruanos observan atónitos como empeora su situación financiera con una nueva amenaza de estatización o anuncio de nuevos impuestos que espantan a la inversión privada y ralentizan la recuperación de la economía nacional, en cuidados intensivos por consecuencia del estallido del covid-19.
A la crisis económica y sanitaria –Perú registró la mayor tasa de mortalidad por millón de habitantes en el mundo debido a la pandemia– se suma la sombra del sanguinario Partido Comunista del Perú-Sendero Luminoso (PCP-SL), organización terrorista que fue vencida militarmente en la década de los 90 pero que estaría infiltrada en el Gobierno a través de grupos de fachada que operan en un sindicato de docentes muy cercano a Castillo, la Federación Nacional de Trabajadores en la Educación del Perú (Fenate-Perú), que tiene entre sus filas a integrantes del Movimiento por la Amnistía y los Derechos Fundamentales (Movadef), brazo político del PCP-SL.
Con el atentado del Militarizado Partido Comunista del Perú (MPCP) -banda criminal ligada al PCP-SL- el pasado mes de mayo (que dejó un saldo de 16 muertos) y la reciente ola de violencia contra el sector minero y energético -vándalos han incendiado y saqueado campamentos mineros-, los movimientos radicales estarían sembrando y agudizando conflictos para arrinconar a la oposición democrática e impulsar, a través del chantaje y la intimidación, una Asamblea Constituyente al estilo bolivariano para apoderarse de los medios de producción y, sobre todo, capturar el poder indefinidamente.
Conversamos con el congresista José Cueto (Renovación Popular), presidente de la Comisión de Inteligencia del parlamento, excomandante de la Marina de Guerra del Perú y exjefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, cuya experiencia en la lucha contra los terroristas y narcotraficantes que operan en el Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem) es clave para analizar la difícil coyuntura que atraviesa actualmente el país andino.
–¿Cómo pudo sobrevivir Sendero Luminoso a la derrota que sufrió en los años 90 con la captura de su principal cabecilla, Abimael Guzmán? ¿Cuáles son los otros agentes desestabilizadores que están provocando caos y violencia actualmente en el Perú?
Vencidos militarmente, Sendero continuó su guerra ideológica, política y cultural. Las Fuerzas Armadas y policía, debo admitir, nos dormimos en nuestros laureles cuando por fin se acabó con las cúpulas terroristas en el Perú.
Costó mucha sangre derrotar a los terroristas, no solo de militares y policías, también de civiles inocentes, políticos, dirigentes sindicales, integrantes de los comités de autodefensas y ronderos.
Nos dormimos en nuestros laureles y ellos en cambio nunca pararon, empezaron su guerra política y cultural. Como ya no contaban con las potencias comunistas extranjeras para financiarlos, se coludieron con el narcotráfico; en paralelo, tenemos esta ‘brisa’ bolivariana, castrochavista, que se ha ido expandiendo con el propósito de tomar el poder en todos los países de América Latina.
–A propósito de esta ‘brisa bolivariana’ que menciona, y sobre los agentes castrochavistas que buscan capturar el poder indefinidamente en los países que conforman la Iberoesfera, ¿Qué opinión tiene sobre las constantes visitas de Evo Morales al Perú y su injerencia en la política nacional?
Este impresentable de Evo Morales tiene prácticamente las puertas abiertas con este gobierno, y no de ahora, sino de meses atrás. Morales ha venido al Perú como invitado a diversas reuniones promovidas por Perú Libre para dar charlas sobre la experiencia de su gobierno en Bolivia con la hoja de coca, una política que ha provocado que Bolivia sea percibida prácticamente como un narcoestado.
Ahora ha abierto una oficina de enlace de su partido, el MAS, en el Cuzco. Nosotros desde el Congreso estamos exigiendo respuestas a los entes responsables, como el Ministerio de Relaciones Exteriores, de por qué permite que un partido político extranjero instale una oficina en un país ajeno. Eso es injerencia, pero parece que a los responsables no les interesa.
Desde la bancada de Renovación Popular, y desde las comisiones parlamentarias correspondientes, estamos exigiendo explicaciones a los entes políticos que se supone son los que deben responder.
A nosotros nos corresponde hacer el control político, pero quienes deberían estar tomando acciones contra esta injerencia extranjera en nuestra política nacional son los ministerios de Relaciones Exteriores, Defensa e Interior, a quienes justamente les estamos exigiendo explicaciones, y si estas no nos satisfacen, tendremos que insistir en la lucha política que nos corresponde en estos momentos.
–Respecto a esta presunta Red Urbana, compuesta por sicarios contratados por Sendero Luminoso para asesinar opositores, ¿cree usted que estamos frente a una nueva estrategia de parte de la organización terrorista para volver a ensangrentar al país como hicieron en las décadas de 1980 y 1990?
La Dirección de Inteligencia y la Dircote [Dirección Contra el Terrorismo], sobre todo, están trabajando arduamente en este tema. Ya se capturó a uno de los integrantes, y con él se han recogido bastantes pruebas en un USB, incluidos audios y los presuntos planes enviados por los Quispe Palomino [líderes del MPCP en el Vraem] para aniquilar opositores, periodistas, testigos y colaboradores eficaces. Esta red es parte de un plan de asesinatos selectivos, con sicarios a sueldo financiados con dinero del narcotráfico.
–La izquierda peruana, un tanto aludida, insiste en que el terrorismo de inspiración marxista, ya sea el de Sendero Luminoso o del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru, ha desaparecido, y que los grupos armados que operan en el Vraem son simples guardaespaldas de los narcotraficantes. ¿Por qué tanta insistencia de la izquierda peruana por querer ocultar la ideología detrás de estos grupos terroristas? ¿Usted cree que el terrorismo comunista ha desaparecido?
Es parte de una narrativa impuesta y repetida por la izquierda radical desde hace muchos años. Desde que cayó Abimael Guzmán en los años 90, han buscado eliminar de la historia, de la educación y del debate la palabra ‘terrorismo’, sustituyéndola por ‘conflicto armado interno’, insistiendo en que hubo también un ‘terrorismo de estado’, para equiparar los excesos que cometieron algunos miembros de las Fuerzas Armadas con los atentados que dirigían los terroristas.
Es cierto que cuando Sendero vio derrumbarse sus fuentes de financiamiento se aliaron con el narcotráfico, y hoy son una de las más de setentas firmas de narcotraficantes que operan en el Vraem, la mayoría de ellas mexicanas. Pero estos grupos reducidos de terroristas, aunque se han cambiado el nombre a Militarizado Partido Comunista del Perú, siguen siendo los mismos.
Pero a pesar de esta narrativa de sustitución de palabras y de acontecimientos, el pueblo peruano ha sufrido más de veinte años de terror desatado por estos criminales y no olvida quienes son.
Y estos peruanos son quienes, contando sus historias personales y los hechos que sufrieron, advierten del peligro de estas ideologías trasnochadas y violentas, del peligro que supone para el Perú que el marxismo leninismo vuelva a activarse. Y me alegra que muchos jóvenes, a cuenta a propia, estén desarrollando herramientas de comunicación para contar la historia verdadera sobre lo que ocurrió en la lucha contra el terrorismo.
–¿Usted considera que este nuevo equipo ministerial, liderado por la señora Mirtha Vásquez, integrante del Frente Amplio y activista antiminera, es mejor que el anterior que tuvo como titular a Guido Bellido?
Yo creo que este gabinete es más de lo mismo. Han cambiado al premier por una persona que no es tan confrontacional, por lo menos en apariencia; han cambiado algunos ministros impresentables y han puesto a otros que son igualmente impresentables. Para mí, no ha habido ningún cambio.
Le hemos comunicado nuestra posición a la premier y la mantenemos. Mirtha Vásquez asegura que no es prioridad impulsar una Asamblea Constituyente, pero se presenta al Pleno del Congreso a hablar de un nuevo ‘pacto social’, que es un eufemismo.
No ha dicho nada sobre la reactivación económica, y en parte guarda coherencia, porque el comunismo, el marxismo, no va de la mano con la prosperidad y el crecimiento económico. Grupos radicales están invadiendo e incendiando los principales yacimientos mineros y energéticos del país. ¿Qué hace el gobierno? Nada.
Hay mineras que tuvieron que paralizar operaciones para salvaguardar la vida y seguridad de sus trabajadores, provocando pérdidas millonarias. Están distrayéndonos con anécdotas, como la del ministro del Interior que organizó una fiesta en Halloween a pesar de que estaban prohibidas las reuniones sociales, mientras ellos están apuntando al control total del país.
Y poco a poco ellos van avanzando, mientras la oposición mantiene un juego en solitario dentro del marco democrático, un marco democrático que a ellos no les interesa.
–La palabra vacancia empieza a sonar con mayor fuerza debido a la incertidumbre política y la lenta recuperación económica, la cual afecta los bolsillos de las clases medias y populares; y si bien es cierto que se trata de una salida que necesita de una cantidad de votos que por ahora no se cuenta, ¿qué tendría que ocurrir para una decisión como esta prospere en el Congreso?
Nosotros dentro de la bancada de Renovación Popular no hemos hablado de vacancia, si bien escuchamos la cantidad de comentarios a favor de esta, sobre todo frente a la sensación de ingobernabilidad que atraviesa el país.
Pero para vacar a un presidente necesitas de un número mínimo de votos, número que en este momento no se tiene porque hay muchos partidos en el Congreso que tienen sus reservas.
No sé qué tendría que pasar para que una decisión como esta prospere, pero el señor Castillo, y su gobierno en general, se están dando los suficientes tiros en el pie como para ganarse todos los boletos de la rifa.
La situación que atraviesa el Perú en este momento es bastante compleja, y nosotros desde el Congreso estamos tratando de mantener la calma y la serenidad frente a todas las tonterías que este gobierno está cometiendo, como estar nombrando personajes para altos cargos, que más que tener un curriculum, parece que tienen un prontuario.
A nadie se le ocurriría presentar este tipo de personas en un equipo de gobierno, pero lo hacen adrede para agudizar las contradicciones.
–¿Usted considera que Pedro Castillo y su gobierno generan toda esta incertidumbre y confrontación no por torpeza política sino adrede?
Si, yo opino que sí. Por eso yo no le doy el beneficio de la duda al nuevo gabinete. Desde que Pedro Castillo y Perú Libre ocuparon el Ejecutivo, están siguiendo un libreto, el libreto de los comunistas, de los marxistas leninistas, del mariateguismo, el libreto de agudizar las contradicciones entre las clases sociales, impulsar una Asamblea Constituyente y con ella tener el control total del país.
Pedro Castillo y su equipo no provocan esta incertidumbre por torpeza política, lo hacen adrede.