Según trascendió este martes, el Gobierno de Joe Biden comenzará a aliviar algunas sanciones energéticas contra Venezuela para favorecer las discusiones políticas que mantienen Nicolás Maduro y la oposición, le dijeron a CNN dos altos funcionarios de la Administración.
El primer paso, que se anuncia este martes, permitirá a Chevron ––la última gran compañía petrolera estadounidense que aún opera en Venezuela–– negociar su licencia con la petrolera estatal PDVSA para continuar sus actividades en el país, dijeron los funcionarios.
Esta decisión contrasta con las acusaciones del propio Gobierno norteamericano sobre los vínculos de Maduro con el Cartel de los Soles, por los cuales ha ofrecido una recompensa de 15 millones de dólares por su captura, así como también, con las acusaciones al régimen venezolano por perpetrar delitos de lesa humanidad y usurpar el poder.
Este tipo de comportamiento absurdo, contradictorio y además contraproducente, viene a darle la razón al empresario norteamericano Elon Musk, quien dijo, respecto a Biden, que “el verdadero presidente es quien sea que controla el teleprónter”. Ciertamente, el presidente Biden no pareciera estar ejerciendo plenamente el cargo, en vista de los desvaríos que ha evidenciado en reiteradas oportunidades, los cuales han sido reseñados en varias oportunidades por la Gaceta de la Iberosfera.
Desde ofrecer la mano a personas inexistentes en medio de una tarima hasta cuando dijo: «Estaba yo al pie del Himalaya con Xi Jinping, viajando con él, cuando viajé 17.000 millas cuando era vicepresidente, no lo sé con certeza».
La gran pregunta es: ¿Si no es Biden, quién gobierna?
Respecto a la política hacia Venezuela, pareciera que quienes manejan el teleprónter forman parte del ala izquierda del Partido Demócrata, los mismos parlamentarios que la semana pasada pidieron levantar las sanciones a Maduro. Estamos hablando de Bernie Sanders, Ilham Abdullahi Omar y Alexandria Ocasio-Cortez, entre otros.
Recordemos que Bernie Sanders es el fundador de la Internacional Progresista, a la cual pertenecen varios aliados de Maduro, como el candidato presidencial colombiano Gustavo Petro, el expresidente ecuatoriano Rafael Correa, el ex vicepresidente boliviano Álvaro García Linera y el jefe de Gabinete de Gabril Boric, Giorgio Jackson, por citar solo a cuatro.
En respuesta a estos acercamientos, Maduro acaba de nombrar como su nuevo Canciller a quien hasta ahora era su embajador en Rusia, Carlos Faría. Lo cual demuestra que el régimen venezolano sigue siendo aliado de Putin.
¿Cuándo se darán cuenta los norteamericanos de que con tiranos como Maduro los acercamientos y las negociaciones no sirven de nada?