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DA UN ESPALDARAZO A LA DESMORALIZACIÓN NACIONAL

La Casa Blanca apoya que se enseñe a los niños que su país es un error

Joe Biden
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden. EUROPA PRESS

Estados Unidos está ahora inmerso en la mayor guerra cultural del último siglo, que decidirá qué concepto tendrán los ciudadanos de su país en el futuro previsible. En el centro de la polémica está la famosa Teoría Racial Crítica (CRT), que enseña básicamente que la República es inherentemente racista y que se creó para asegurar el supremacismo blanco, y que se enseña no solo en las escuelas, sino en las agencias oficiales, el Ejército y en muchas grandes empresas.

Y ahora la propia Casa Blanca ha dado su espaldarazo definitivo a este experimento de desmoralización nacional por boca del propio presidente, si su portavoz, Jen Psaki, ha expresado fielmente su pensamiento. Según declaró Psaki en una reciente entrevista concedida a RealClearPolitics, el presidente cree que “los niños deben aprender nuestra historia”, lo que incluye la visión de que “hay un racismo sistémico que sigue impactando en nuestra sociedad”.

Psaki añadió que el presidente y la Primera Dama, que ha hecho toda su carrera profesional en el mundo de la enseñanza, están convencidos de que “hay muchos momentos oscuros en nuestra historia, no solo la esclavitud”.

El presidente Biden, a quién se ha dejado pasar más comentarios racistas que a ningún otro político norteamericano de primera fila, también dice estar convencido, como la propia Psaki, que no solo puede enseñarse lo bueno en la historia de Estados Unidos. Debe de ser por eso por lo que, para compensar, ahora solo se enseña lo malo, incluso cuando es cuestionable o directamente falso. Desde España, desde el mundo hispanoamericano en general, todo esto tiene un extraño aire de ‘déjà vu’ después de siglos de Leyenda Negra perfectamente interiorizada. Pero para los estadounidenses todavía es novedad.

Y caballo de batalla, aunque se están dando una prisa asustante. La cuenta de los diputados republicanos en la Cámara de Representantes en Twitter casi coincidía en el tiempo con las palabras de Psaki, aunque en la dirección contraria, al aseverar que “la teoría racial crítica NO es historia, es una agenda ideológica pensada para dividirnos”. Y en ello están.

El New York Post nos daba hoy mismo un botón de muestra: el claustro de un instituto de secundaria de Washington se ha alzado contra su directora con un voto de censura, alegando que “ha intentado sin éxito pero de forma flagrante dividir racialmente nuestra escuela”.

La directora, Paula Lev, está bajo investigación del Departamento de Educación municipal por decirle a uno de los profesores que “se iba a deshacer de todos esos maestros blancos que no benefician en nada a los chicos de nuestra comunidad”, según la queja presentada por el claustro. Lev, de origen dominicano, pidió al profesor en cuestión que se conjurara con ella para expulsar a un colega blanco.

En sus últimos meses en la Casa Blanca, Trump advirtió el efecto deletéreo y divisivo de esta propaganda izquierdista convertida en versión canónica cuando prohibió que se enseñara CRT en las agencias federales, una prohibición que Biden levantó inmediatamente. Por su parte, el gobernador republicano de Florida, famoso por su enfrentamiento con todas las políticas emanadas de Washington, Ron DeSantis, ha hecho lo propio en su estado.

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