La expresidente argentina Cristina Kirchner causó revuelo en la opinión pública este miércoles, en medio de una sesión plenaria de la Asamblea Parlamentaria Europea-Latinoamericana (Eurolat) realizada en Buenos Aires. La exmandataria izquierdista asumió un rol protagónico en la reunión de la instancia que agrupa a parlamentarios de Europa e Iberoamérica, aprovechando la oportunidad para criticar las gestiones de organismos financieros internacionales durante la pandemia, a la OTAN y -por si fuese poco- enarbolar el típico discurso peronista de victimización de la izquierda iberoamericana.
Aunque la reunión fue llevada a cabo en las instalaciones del Centro Cultural Kirchner, en la capital argentina, no queda del todo claro el por qué la directiva de la Eurolat le permitió a la hoy vicepresidente del Gobierno de Alberto Fernández tomar la batuta en la conducción de un acto que prácticamente giró en torno a su figura, y en donde los presidentes de esta instancia incluso elogiaron la presencia de Kirchner en el evento.
Esto en el entendido de que la expresidente argentina ha jugado un papel muy alejado del foco de los medios en los últimos tiempos, en medio de lo que se supone son las amplias diferencias por el control de la maquinaria política del peronismo gobernante que Kirchner ha sostenido con el propio presidente Fernández.
“Señora vicepresidenta: usted engalana, usted le da altura a nuestra deliberación”, dijo en medio de la reunión el copresidente del organismo parlamentario, el colombiano Óscar Darío Pérez Pineda. Entretanto, el también copresidente de la Eurolat, el socialista español Javi López, no tuvo temor en comparar a Kirchner con una rockstar, para abundar en elogios cercanos a lo ridículo: “Uno se siente haciendo de telonero de los Beatles, y es un poco complicado”.
El eurodiputado de Vox y representante del Grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), Hermann Tertsch, criticó abiertamente el trato laudatorio concedido a la exmandataria argentina durante el evento, señalando en Twitter que la sesión mantuvo a los parlamentarios que allí estuvieron “pastoreados como figurantes del rebaño de kirchneristas convocados al mitin en lo que debía ser un encuentro parlamentario”. Al mismo tiempo que culpó a López de todo lo ocurrido, precisando que “la presidencia socialista europea es corresponsable” de tal bochorno.
Los organizadores de la cumbre EuroLat “en honor de Cristina” han tenido a los europarlamentarios pastoreados como figurantes del rebaño de kirchneristas convocados al mitin en lo que debía ser un encuentro parlamentario. La presidencia socialista europea es corresponsable. pic.twitter.com/vjN9616ZCk
— Hermann Tertsch (@hermanntertsch) April 13, 2022
Durante su discurso Kirchner aprovechó para hacer gala del típico repertorio de críticas izquierdistas a los grandes manejos del capital internacional, arguyendo que “en el mundo durante la pandemia el sector privado recibió todo tipo de ayuda: financiera, fiscal, crediticia. Sin embargo, ante esta otra tragedia que estamos viviendo de una guerra, el mercado nos contesta con que ‘ah, no no importa, es mi rentabilidad y los demás que revienten’. No vale así, como dicen los chicos: ‘Así no juego más’”.
Del mismo modo, no se ruborizó al criticar el papel que actualmente tiene el Consejo Permanente de Seguridad de las Naciones Unidas, indicando que absolutamente todos sus países integrantes han violentado en algún momento las prescripciones del derecho internacional, aplicando un “doble estándar de las potencias que se creen por encima del resto de los países”. Sin embargo, dejó en claro que China sí ha sido respetuosa de estas normativas.
En el evento, donde también estaba programada una comparecencia telemática del titular de Exteriores de la Unión Europea (UE), Joseph Borrell, participaron cerca de 150 parlamentarios de Iberoamérica y Europa.
Kirchner ha administrado sus apariciones públicas en los últimos meses. Antes de esto se le vio en un discurso ante el Congreso argentino el pasado 2 de abril, cuando participó en un homenaje a los caídos de la llamada “Guerra de las Malvinas”, ocurrida en 1982.
De hecho, no ha faltado quien piense que la reaparición dosificada de la exmandataria izquierdista responde a un intento de sus partidarios de reflotar su carrera política, sumergida en el ostracismo desde que Alberto Fernández asumió el poder hace un par de años y, aún más, desde que el peronismo gobernante perdió el control del Senado argentino, en las elecciones parlamentarias de finales del año pasado. Todo ello en medio de un momento político en el que la popularidad de Fernández ha caído en barrena y varias encuestas cifran los niveles de aprobación de su gestión en números que no superan el 25%.
