El expresidente de Bolivia, Evo Morales, ha arremetido contra la Unión Europea (UE) y la Iglesia Católica, y les ha acusado de participar en las protestas contra él tras el fraude electoral en octubre de 2019.
Así, ha acusado al Parlamento Europeo de «conservar una visión colonial y humillante frente a los pueblos libres de América Latina y el Caribe» en una carta dirigida a «la vieja Europa».
La Vicepresidenta del Parlamento Europeo dice que hay que poner "presión en la UE para actuar sobre Bolivia". Parlamento Europeo dominado por racistas y fascistas toma esa posición porque el embajador de UE y jerarcas de la Iglesia Católica participaron en golpe de Estado de 2019
— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) May 9, 2021
La declaración de Morales llega después de que el Senado de Bolivia aprobara un documento en el que rechaza la resolución adoptada por el Parlamento Europeo que condena la detención arbitraria e ilegal de la expresidenta Jeanine Áñez.
La resolución, impulsada por VOX, se aprobó por 396 votos a favor, 267 en contra y 28 abstenciones, y exigía la liberación de Áñez, de sus exministros y de funcionarios detenidos y encarcelados por el Gobierno izquierdista.
Desde VOX, el eurodiputado Hermann Tertsch lamentó que el nuevo Gobierno boliviano intente «aplastar» a la población y a las fuerzas opositoras y esté inmerso en la creación de un “régimen narcocomunista».
En este sentido, tildó la aprobación de la «resolución» de «gran noticia» y aseveró que era «una bofetada al Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, por su ignominioso silencio ante las detenciones en Bolivia y su protección del régimen (…) que está derivando hacia el narcosocialismo» y «una grandísima reacción del Parlamento Europeo frente a la amenaza en Iberoamérica».