Faltando ocho meses para dejar su cargo y a menos de tres meses de las elecciones al Congreso y las consultas interpartidistas para elegir candidatos presidenciales, el presidente de la repĆŗblica de Colombia y su equipo de gobierno han empezado a compartir los balances āhistóricosā de su gestión, haciendo especial Ć©nfasis en el crecimiento económico, que estarĆa muy cerca del 10%, la reactivación económica y el incremento mĆ”s alto en cincuenta aƱos del salario mĆnimo.
La estrategia de comunicaciones de palacio incluye un video de un minuto en el que Duque expone los grandes logros de 2021, que son, en últimas, los logros de su gobierno, pues prÔcticamente la mitad del tiempo tuvieron que abocar sus esfuerzos a contener la pandemia.
Aquà les comparto #EnUnMinuto, 10 logros alcanzados por nuestro Gobierno durante este año 2021.
ā IvĆ”n Duque šØš“ (@IvanDuque) December 22, 2021
Seguimos trabajando y demostrando que #EsConHechos como #LeCumplimosAColombiašØš“ pic.twitter.com/DW27I5rlR5
Es innegable que Colombia ha sido uno de los paĆses de AmĆ©rica Latina que mejor logró responder a la crisis originada por el coronavirus y hoy, no solo avanza en recuperación de su economĆa, sino en vacunación y en la estrategia de contención de los grupos armados que hoy operan en el territorio colombiano, que habrĆan pasado de siete a cuatro en los Ćŗltimos tres aƱos, segĆŗn el ministerio de la defensa. Sin embargo, nada de esto puede ocultar la gravedad de lo que se ha venido gestando en la polĆtica nacional, que hoy tiene a la izquierda en su versión radical o moderada, a las puertas del palacio de NariƱo.
Desde los primeros meses de gobierno, fue evidente que el programa sometido a las urnas y que resultó ganador en junio de 2018, serĆa replanteado, en aras de articularlo con las demandas que hacĆan los estudiantes y sindicatos en las calles. El presidente comprometió el incremento en el presupuesto de las universidades pĆŗblicas y decretó para 2019 un incremento al salario mĆnimo mucho mĆ”s cercano a la propuesta de los sindicatos, que de los empresarios. Ambas cosas se anunciaron como āhistóricasā, pero ocurrió lo que muchos anunciaron: estudiantes y trabajadores sindicalizados no vieron en esa decisión una propuesta del gobierno en materia educativa y salarial, sino su primera derrota. La calle demostraba que en Colombia podĆa imponer su voluntad.
Al mismo tiempo, el gabinete ministerial era denunciado por responder a la amistad o cercanĆa de los ministros con el presidente, desconociendo la realidad polĆtica y la representación que habĆan logrado los partidos que habĆan decidido declararse partidos de gobierno: la U, el Centro DemocrĆ”tico, Colombia Justa Libres y el partido conservador. El primer aƱo la relación entre el ejecutivo y el legislativo fue tensa y el presidente confundió clientelismo y repartija con participación polĆtica y coalición para gobernar. Eso dejó heridas que no sanaron con sectores importantes de su partido y del conservatismo, fuerzas polĆticas que fueron siempre el pilar del gobierno Uribe (2002-2010) y que definieron en consulta la candidatura Ćŗnica del hoy presidente en 2018.
No en vano, los candidatos al Congreso que tienen mĆ”s reconocimiento e intención de voto, como la senadora MarĆa Fernanda Cabal, del Centro DemocrĆ”tico, son crĆticos del gobierno e insisten en que ha jugado un papel fundamental en la división que hoy sufre la derecha colombiana. De hecho, muchos congresistas que han sido escuderos del presidente, han anunciado que no aspirarĆ”n de nuevo al legislativo, entre ellos el primer presidente del Congreso en este cuatrienio, Ernesto MacĆas, y la senadora MarĆa del Rosario Guerra, que siempre buscó establecer lazos de comunicación entre Duque y sus mĆ”s fĆ©rreos crĆticos al interior del Centro DemocrĆ”tico.
Consultadas al respecto varias fuentes del partido del presidente, indicaron que, por mĆ”s recursos que lograron gestionar para municipios donde solĆan tener amplio respaldo electoral, el peso de la mala imagen del gobierno y el no cumplimiento de compromisos de tipo polĆtico, les dificulta su reelección. Es muestra de ello la dificultad para organizar y presentar las listas definitivas de candidatos al Congreso para 2018. Departamentos tan importantes para el uribismo como lo fue el Cesar, no tendrĆ”n lista a CĆ”mara de representantes por el Centro DemocrĆ”tico.
Insistir en que se ha tratado de un gobierno orientado a los resultados y no a las mecĆ”nicas de la polĆtica tradicional es lo que corresponde en estos Ćŗltimos ocho meses y tratar, al final, de rearticular la coalición de gobierno para impedir que las mayorĆas en 2022 giren hacia la izquierda. Es un asunto difĆcil, pero serĆa muy triste que, como en Chile, sea un gobierno que se alega defensor de la empresa y la libertad, el que siente las bases para el triunfo del populismo socialista.