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La Gaceta de la Iberosfera
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SE OFICIALIZA LA CAPITULACIÓN ANTE EL RÉGIMEN

La ‘oposición’ de Guaidó se rinde ante el chavismo: participarán en el fraude de noviembre

Captura del vídeo con el discurso del Presidente (E) Juan Guaidó sobre el fraude electoral. 06/12/2020

Este martes la ahora llamada Plataforma Unitaria (antes conocida como Mesa de Unidad Democrática primero y como Frente Amplio después) ha oficializado la decisión de inscribir candidatos en los comicios regionales convocados por la tiranía para noviembre.

En el comunicado que han hecho de conocimiento público puede leerse, entre otras cosas, lo siguiente: “Anunciamos a la comunidad nacional e internacional nuestra participación en el proceso de regionales y municipales del 21 de noviembre de 2021, con la tarjeta de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD). Tomamos esta decisión mayoritariamente después de un extenso y difícil proceso de deliberación interna que contó con la participación de líderes locales, regionales y nacionales”.

Todo marcha de acuerdo con lo previsto por el régimen chavista. Tal y como se apuntó en una entrega anterior de La Gaceta de la Iberosfera, los presos políticos se convertirán en una pieza clave dentro del ajedrez jugado en México entre representantes de Maduro y la oposición afín a Juan Guaidó (ahora agrupada en torno a la llamada Plataforma Unitaria).

Así como es fundamental para legitimar la farsa electoral de noviembre el hecho de “perdonar” a perseguidos políticos que estaban en el exilio y ahora vuelven a Venezuela para concurrir como candidatos a Gobernadores (tal es el caso de Américo De Grazia en Bolívar, José Manuel Olivares en La Guaira y Luis Florido en Lara), también es vital dentro de esta operación de lavado de cara del régimen la utilización del chantaje a expresos políticos opositores, para que éstos fijen una posición favorable a la convocatoria y participen en la truculenta elección que el chavismo pretende llevar a cabo antes de que culmine el 2021.

Tal es el caso del número dos del partido Voluntad Popular y exdiputado, Freddy Guevara, quien hasta hace pocas semanas estuvo preso y, luego de las conversaciones entre chavistas y opositores en Ciudad de México ha sido excarcelado.

En cuanto a Guevara, queda claro que la salida de la cárcel no representa necesariamente una liberación, sino que se traduce en un pesado grillete de condicionamientos y presiones que seguramente los expresos políticos cargan a cuestas.

Solo basta revisar las declaraciones que este dirigente ha ofrecido a principios de la semana. Allí ha aseverado estar convencido de que el camino correcto para solucionar la crisis política venezolana es la negociación, al tiempo que ha dejado claro que cree en un país en el que quepan chavistas y opositores por igual, uno en el que opere una suerte de “proceso de convivencia” con “todas las fuerzas políticas del país.

“Voluntad Popular asume que muchas de las premisas que teníamos antes con las cuales buscábamos un desplazamiento total e inmediato del sistema, el quiebre militar, no son viables, hoy buscamos presionar pero también negociar. Esto no significa ceder en nuestros principios”, precisó el también estrecho colaborador de Guaidó. 

Hasta para el observador más desprevenido es obvio que Guevara fija esta posición en un contexto en el que el régimen tiene absoluto control sobre su futuro inmediato, al punto de utilizarle a conveniencia para validar lo que requiere el chavismo en este momento: la idea de que en Venezuela todo ha salido mal hasta ahora porque actores de “oposición” y “gobierno” no se han puesto de acuerdo; pero que las “elecciones” de noviembre son una buena oportunidad para limar asperezas entre las partes y comenzar así la construcción de un camino de resolución del conflicto, con base en el respeto al resultado que derive de las urnas. Una farsa de cabo a rabo.

Eso en medio de unos días en los que el régimen rojo ha vuelto a mostrar de nueva cuenta su verdadera y despiadada cara: el pasado domingo se ha conocido que el también preso político venezolano, Gabriel Medina, ha muerto por falta de asistencia médica en el estado Monagas (oriente). Medina, de 39 años, estaba detenido desde abril de 2020 por –presuntamente- formar parte de un plan para secuestrar al número 2 de la tiranía, Diosdado Cabello. La ONG de defensa de Derechos Humanos, Foro Penal, señaló que durante todo este tiempo a Medina se le había negado la apertura de un proceso de juicio, y desde hace más de un mes presentaba fuertes complicaciones de salud, que fueron ignoradas reiteradamente por sus carceleros.   

Así las cosas, el pronunciamiento individual de Guevara primero y el grupal de la Plataforma Unitaria después, vienen a convalidar la idea de que la oposición del también llamado G-4 (Acción Democrática, Primero Justicia, Voluntad Popular y Un Nuevo Tiempo) ha terminado capitulando frente al régimen de Maduro.

En ese sentido la participación a regañadientes y sin mucho escándalo en la elección regional de noviembre vendría a ser el método menos malo que han conseguido esta coalición de partidos y el propio Guaidó para ejecutar un control de daños o una salida medianamente elegante al atolladero en el que están metidos desde hace rato. 

A falta de poco menos de tres meses para que se realice la “elección” y con condiciones que no han cambiado sustancialmente los cánones que han regido los comicios realizados en momentos anteriores de la era chavista (más allá de otorgar dos rectores supuestamente opositores en el Consejo Nacional Electoral y dejar abierta la puerta a que representantes de la Unión Europea vengan a observar el proceso), luce bastante cuesta arriba que la denominada Plataforma Unitaria pueda voltear la tortilla en términos políticos reales en el país sudamericano. ¿Crónica de una muerte anunciada?

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