La subida del precio de los vehículos, el encarecimiento de los combustibles y de la electricidad, y los problemas de suministros han provocado que las matriculaciones de turismos y todoterrenos se hundan en España.
El pasado mes de marzo alcanzaron un volumen de 59.920 unidades, lo que supone una disminución del 30,2% respecto al año pasado (y un descenso del 51% en comparación con el año 2019).
Según datos de la asociación de fabricantes (ANFAC) y de concesionarios (FACONAUTO), el primer trimestre cerró también con una caída del 11,6% y un volumen de 164.399 unidades, frente a las 186.055 unidades de 2021.
Desde el sector señalan que los altos precios de los carburantes han influido de forma muy decidida en las compras del mes pasado, especialmente en particulares, y añaden también la subida del impuesto de matriculación.
La subida del Impuesto de Matriculación aprobada por el Gobierno de Pedro Sánchez provocó un encarecimiento de 12 euros de media en la letra mensual del coche. «Esta subida impositiva agrava el contexto de crisis», denunciaron desde el sector el pasado mes de enero, al tiempo que recordaron que supondría un incremento del precio medio de los vehículos de hasta 1.000 euros -por su mayor exigencia en materia de emisiones-. «Afectará a alrededor del 40% de los nuevos vehículos matriculados», dijo la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos (GANVAM).
El director general de Anfac, José López-Tafall, ha reclamado una fiscalidad que «no que ataque al vehículo» y ha destacado la necesidad de establecer «herramientas y recursos (…) para mantener el peso industrial y de empleo que genera el sector».
