Algo terrible está pasando en México. En los tres años de Gobierno del socialista Andrés Manuel López Obrador (AMLO), la cifra de menores desaparecidos se ha incrementado hasta alcanzar los 19.445 casos.
Sólo en 2021 habrían ocurrido 5.110 desapariciones de menores en México, según el reporte de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim).
A diario son reportados 14 casos de desaparecidos y, de éstos, de cinco continúan en condición de desaparecidos o de “no localizados”.
Desde el año 2006 y hasta el pasado 11 de abril, 16.378 niños y adolescentes no habían sido localizados.
Redim realizó un análisis de los resultados del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas, en el que se revela que cuatro de cada diez casos de menores desaparecidos ocurren en tres entidades: Estado de México, Jalisco, y Tamaulipas. Esta red también señala que dos de cada tres personas desaparecidas menores de 18 años son mujeres.
La directora ejecutiva de Redim, Tania Ramírez, refiere que durante el periodo de 2007 a 2012, cuando se combatió al narco de forma frontal en el Gobierno de Felipe Calderón, las desapariciones iniciaron un repunte, llegando a registrarse 2.313 casos.
Después, en el sexenio de Enrique Peña Nieto, la cifra se multiplicó por tres. Sólo en 2018 se llegaron a contabilizar 6.103 desapariciones.
Ya en el presente gobierno de AMLO, van 19.445 desaparecidos en la cuenta. Sólo en 2021, se contaron 5.000.
Existe una gran preocupación social al respecto por el silencio del Gobierno sobre este tema tan delicado y sensible.
El Comité contra la Desaparición forzada de las Naciones Unidas ha manifestado que uno de cada 100 menores desaparecidos en México es encontrado, por desgracia, sin vida, y que el crimen organizado se ha convertido en un agente con predominancia en las desapariciones.
De acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas, las entidades federativas en México que concentran más casos, hasta este 18 de abril de 2022, son: Estado de México, con 2.155; Tamaulipas, con 1.508; Jalisco, con 1.128; Nuevo León, con 1.090; Ciudad de México, con 870; y Sonora, con 673.
La columna de Héctor de Mauleón, publicada en El Universal este martes 26 de abril, recoge algunos casos recientes en su gravedad.
Describe que a inicios de abril se revela la desaparición de Mizty Tonantzin López Cruz, “una joven de 18 años”, estudiante del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Oriente, que una mañana, después de una cita médica, abordó un transporte público conocido como “combi” en la Avenida Vicente Villada, en Ciudad Nezahualcóyotl, con dirección a la Calzada Ignacio Zaragoza.
El columnista sigue relatando: “Se desconoce el motivo por el cual abordó esa combi. Solo se sabe que en su casa la esperaron en vano, que en ese mismo sitio Mizty había dejado su celular, que no llevaba objetos ni pertenencias personales, que no habían sobrevenido discusiones ni problemas familiares de ningún tipo, y que ninguna de las amistades de la joven posee noticias sobre su paradero. En las imágenes captadas por una cámara de vigilancia, se ve la adolescente abordar la combi. Sin embargo, su rastro se pierde a la altura de la Avenida Pantitlán”.
La familia -revela el periodista- “ha acusado que la agente del ministerio público que llevaba el caso fue removida» y que su sustituto, el licenciado Eduardo Zamora, le habría confiado a la familia no contar aún con resultados porque ha tenido exceso de trabajo.
Otro caso traído a colación por De Mauleón es el de acaecido en la noche del 5 de abril pasado, cuando Emmanuel N, de sólo 14 años de edad, habría sido reportado como desaparecido por su familia.
“Lo habían visto por última vez en la colonia Atlampa, alcaldía Cuauhtémoc. De acuerdo con la relación de un testigo, hombres armados lo privaron de su libertad”, relata la columna. “Fragmentos de un cuerpo desmembrado fueron hallados días después en una calle de Gustavo A. Madero. La Fiscalía capitalina reportó que aún buscaba el resto de su cuerpo”, añade.
Una nota firmada por Andrés M. Estrada, publicada por El Sol de México, fechada el 2 de febrero de 2022, reporta otro caso, también terrible: “Aquella mañana, mientras Sherlyn Chacón iba camino a la lechería de Liconsa, un sujeto aprovechó su breve salida y tocó la ventana del diminuto cuarto donde vivía con sus hijos. Su pequeño de nueve años, recostado en la cama con su hermana, Karen Araceli Chacón Guerra de nueve meses, la abrió para ver quién era. Enseguida el hombre preguntó por la madre y al notar que no estaba, sustrajo a la bebé. Era el 21 de julio de 2021 en Santo Domingo Ajoloapan, municipio de Tecámac, Estado de México”.
Y recoge una declaración muy fuerte, de Elizabeth Martínez, presidenta de Familias Unidas por una Causa A. C.: “La desaparición de menores es principalmente para el delito de trata de personas, por ejemplo, en el caso de Marijo (se presume que) es en la modalidad de la adopción ilegal; también hemos detectado que se da la mendicidad forzada, el turismo sexual infantil con la venta de niñas. En (el caso de) los adolescentes, son levantados o enganchados por la delincuencia organizada para la venta de droga, son halcones e incluso son reclutados para seguir siendo enganchadores de otras jovencitas”, describe.
Y mientras todo esto sucede, las organizaciones de la sociedad dedicadas al tema de las desapariciones, han denunciado incontables veces que el Gobierno no hace lo necesario para garantizar el derecho humano a la seguridad y la paz.
