«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
LAS LEGISLATIVAS PUEDEN PROVOCAR UN SEÍSMO POLÍTICO EN EEUU

Los candidatos respaldados por Trump arrasan en las primarias

El expresidente de Estados Unidos Donald Trump. Europa Press.
El expresidente de Estados Unidos Donald Trump. Europa Press.

Las elecciones legislativas del próximo mes de noviembre serán tan importantes por sí mismas que pueden provocar un seísmo en la ya inestable política estadounidense. Según para qué, la renovación de ambas cámaras y de 36 de los 50 gobernadores estatales que resulte de la votación moldeará el día a día del ciudadano medio de manera más evidente que un cambio de inquilino en la Casa Blanca. Valga como ejemplo la legislación sobre el aborto. Si Roe vs. Wade es revocada por la Corte Suprema, la ilegalización de la detención de la vida del no nacido volverá a ser una competencia estatal. 

Las midterm serán importantes por sí mismas y también por su influencia en las presidenciales de 2024. Influencia directa, porque, de ser limpias, que es improbable, servirán a los votantes para canjear su paupérrimo grado de aprobación de Joe Biden por el desalojo de las instituciones de decenas de políticos demócratas. E indirecta, porque la inclinación general de los representantes republicanos elegidos permitirá confirmar si es cierto que Donald Trump se va haciendo con el poder en el partido mientras fragua su futura candidatura o, por el contrario, los llamados RINO (las siglas en inglés de «republicanos sólo de nombre») mantienen el control.

En los últimos días, 22 de los candidatos respaldados por Trump en Indiana y Ohio han ganado sus respectivas primarias. Entre ellos, el escritor J. D. Vance, muy por detrás en las encuestas hasta que el expresidente le apoyó de manera oficial. Tras mostrar su predilección por decenas de miembros del Partido Republicano e independientes, con la victoria del joven autor nacido en Middletown, el saldo de Trump se mantiene inmaculado en 55-0. En buena parte, gracias a las primarias de Texas, en las que sus 33 candidatos ganaron de manera definitiva o avanzaron a una segunda vuelta. Algunos sin apenas oposición, como el gobernador, Greg Abbott.

Tras Indiana, Ohio y Texas, la infalibilidad del expresidente y, seguramente, futuro candidato será puesta a prueba en la carrera para gobernador de Georgia, donde Trump apoya al exsenador David Perdue frente al actual dirigente Brian Kemp, con quien fraguó una irreconciliable enemistad cuando éste se negó a tratar de revertir el evidente pucherazo que se dio en su territorio durante el recuento de las últimas elecciones presidenciales. Tampoco será fácil la carrera para el Senado en Pensilvania, donde el antiguo inquilino de la Casa Blanca, que de manera clara ha sabido elegir sus batallas, ha respaldado al célebre cirujano cardiovascular Mehmet Oz.

Se frotan las manos en el New York Times y la CNN ante la posibilidad de que uno de ellos no corra la misma suerte que los otros 55 candidatos respaldados por Trump. Según las encuestas, en el estado sureño, Kemp mantiene una ventaja significativa sobre Perdue (54% frente al 38%) de cara a la votación del 24 de mayo. En Pensilvania, sin embargo, el panorama se presenta más abierto entre Oz y David McCormick. Ningún candidato parece favorito, y es alto le porcentaje de votantes que aún no ha decidido a quién apoyar el próximo día 17. 

Después de las primarias de Ohio e Indiana, en las que ganaron sus 22 candidatos, Trump declaró al ser preguntado por Pensilvania durante una entrevista en Fox News que la candidatura de Oz «será interesante, creo que le irá muy bien».

Visto lo visto, es de esperar que a Oz le vaya bien, igual que será normal que la racha se rompa en algún momento, por mucho que la popularidad del 45º presidente de los Estados Unidos sea un activo innegable y que no gaste sus fuerzas en candidatos desahuciados. Pase lo que pase entonces, la tendencia es clara: el votante republicano, cuando puede elegir, prefiere la opción respaldada por Trump sobre la oficialista. En 55 de cada 55 casos.

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