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El socialista Luis Arce llega al primer aniversario de su victoria electoral en su peor momento político

Bolivia. Luis Arce junto a Evo Morales.
Luis Arce junto a Evo Morales.

Este lunes 18 de octubre el socialista Luis Arce Catacora ha celebrado el primer aniversario de su victoria en las elecciones generales de 2020. Se trató de un triunfo superior a cualquiera de los que tuvo Evo Morales, lo cual sorprendió a más de una encuestadora. Sin embargo, ha ido perdiendo popularidad de una manera tan acelerada que se presume que los objetivos de Arce y el Movimiento al Socialismo (MAS) en el país podrían volver a verse frustrados relativamente pronto.

Auditoría pendiente del padrón electoral

A pesar de que se han celebrado ya dos elecciones (las generales de 2020 y las departamentales y municipales de marzo de 2021), todavía no se aborda la auditoría del padrón electoral con el que Evo Morales cometió fraude en octubre de 2019, de acuerdo con el informe de expertos de la Organización de Estados Americanos (OEA).

Cuando debe ser un trabajo de oficio de los partidos opositores en la Asamblea Legislativa, la única persona abordando la materia es Rosario Baptista Canedo, vocal del Tribunal Supremo Electoral (TSE), gracias a quien se presume que existen entre un millón y un millón y medio de votos fantasma, como se ha afirmado en varias oportunidades y así como ella misma ha denunciado

Mientras el padrón electoral no sea auditado, probablemente este sea este el elemento más importante que permite cuestionar tanto la legitimidad en el cargo como los objetivos mismos del régimen de Arce y el MAS en el país.

Deficiente gestión de la crisis sanitaria

La gestión de la crisis sanitaria en Bolivia sigue teniendo nota de reprobación. En una comparativa con los países de la región, Bolivia lleva un ritmo de vacunación del 29% de la población con dos dosis, lo cual lo ubica solamente por delante de Venezuela (que ha vacunado a apenas el 22% de su población con el esquema completo). Incluso ha sido sobrepasado por Paraguay, que ha vacunado a un poco más del 29% de su población con ambas dosis, como se puede apreciar en la siguiente ilustración.   

La cosa es peor aun: actualmente existen alrededor de 7 millones de vacunas sin ser aplicadas y 700 mil se encuentran cerca del vencimiento, por eso el régimen de Arce ha decidido iniciar el periodo de vacunación con la tercera dosis a todas las personas mayores de 18 años y que hayan recibido la segunda dosis hace más de dos meses.

Si las vacunas son la salida definitiva de la crisis sanitaria, el camino es la persuasión, no la imposición. Al menos Arce no ha dado este temerario paso.

Deficiente gestión de la crisis económica

Ahora mismo el mayor problema de la economía nacional está relacionado con el escenario macroeconómico, que se deteriora con cada día que pasa debido a la falta de financiamiento. Aquel que Arce prometió conseguir en el primer trimestre del año mediante la emisión de bonos soberanos por 2576 millones de Euros en los mercados internacionales, pero que no ha sabido cómo tramitar hasta hoy.

Hace menos de un mes la agencia de calificación de riesgo Moody’s decidió cambiar la perspectiva de riesgo de inversión de Bolivia de estable a negativa, debido, entre otros aspectos, la acumulación de déficits y deuda pública, la presión creciente sobre el tipo de cambio y niveles de reservas en el Banco Central de Bolivia (BCB) relativamente estables pero aún demasiado bajos para encarar cualquier eventualidad que pudiera surgir sobre todo en el sistema bancario y financiero, que ya empieza a encarar el incremento sistemático de la mora, los primeros vencimientos de los programas de diferimiento, y los retiros anticipados de aportes a las Administradoras de Fondos de Pensión (AFPs).

Con todo esto, no será raro que una nueva rebaja de calificación de riesgo -no sólo por parte de Moody’s- esté a la vuelta de la esquina, y con ello sea todavía más difícil conseguir financiamiento de corto plazo.

Sucede que Arce y sus ministros han cometido aquello que en el mundo de la inversión se llama “sesgo de sobreconfianza”, un error sistemático de sobreestimación del éxito que tendrán determinadas decisiones en entornos de elevada incertidumbre. En otras palabras, pecaron de arrogantes, de haber creído su propio relato sobre las virtudes del Modelo Económico Social Comunitario Productivo Boliviano (MESCPB) que implementaron el primer día de mayo de 2006.

No obstante, aunque en un escenario sobreoptimista el régimen de Arce consiguiera financiamiento -entre 850 y 3400 millones de Euros-, Bolivia no saldrá adelante sin recortes del gasto público estructural, y mucho menos sin reformas estructurales, pues el problema es el MESCPB, que no sólo que no genera valor para crecer a largo plazo honrando las deudas contraídas durante el auge, sino que tampoco le permite conseguir financiamiento para pagar los sueldos que adeuda a los funcionarios públicos (sobre todo los de las empresas públicas estatales. Este esquema tampoco permite pagar el vencimiento de los bonos soberanos 2022, que ascienden a 420 millones de Euros.

El ámbito internacional tampoco acompaña

Con la recuperación que se desacelera y la inflación que sorprende las estimaciones de la propia Reserva Federal de los Estados Unidos, ha llegado la estanflación. Es decir, un escenario que tiene a los principales bancos centrales alrededor del globo en encrucijada: se cree que los estímulos no están reactivando el crecimiento porque serían insuficientes, pero si se empieza a recortar los estímulos e incrementar las tasas de interés, podrían ocasionar una corrección inasumible en los mercados internacionales.

En este escenario los grandes capitales tampoco tienen claro si los mercados emergentes -de los que Bolivia forma parte teniendo a Brasil y Argentina como sus principales socios comerciales-, volverán a ofrecer el refugio que encontraron ante la caída de Lehman en 2008 y durante los primeros años de la Gran Recesión. Peor aún si el escenario energético de la región y la cotización internacional de materias primas ha cambiado tanto desde entonces.

Como pequeña ilustración, la capacidad de producción de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) es cada vez menor y las importaciones de diésel y gasolina son cada vez mayores, con lo cual Bolivia podría registrar déficit energético tan pronto como en dos años. 

Peor aún: la producción de gas tampoco tiene la capacidad de cubrir parte de la demanda interna, por lo que el país se verá obligado a importar gas natural en 10 años si se insiste en mantener el ruinoso MESCPB y seguir ahuyentando la inversión privada internacional.

Arce celebra aniversario en su peor momento

Arce Catacora ha sumado una derrota más justo cuando cumple su primer aniversario presidente electo. La primera fue en las elecciones de marzo de este año, cuando el MAS recibió apenas la mitad de votos unos meses antes. La segunda fue ante los cocaleros de los Yungas.

Ahora, la población civil organizada -aunque bajo distintos frentes- logró que Arce y el Movimiento al Socialismo (MAS) retiren el proyecto de Ley de Ganancias Ilícitas que, entre otros aspectos, buscaba terminar con la propiedad privada y la presunción de inocencia en el país.

Arce finalmente cedió a la presión, aunque tan sólo un par de días antes llamaba agresivamente a los militantes masistas a defender a su régimen en las calles. Un asambleísta departamental del MAS en Tarija, José Yucra, incluso afirmó que estaban dispuestos a dar la vida, que si tienen que matar lo van a hacer.

No obstante, la presión sobre el régimen de Arce no ha amainado, pues la amenaza contra la propiedad privada y la presunción de inocencia en el país no empieza ni termina con el mencionado proyecto de ley. 

Los anuncios de estado de emergencia y huelgas generales se mantienen para este jueves, dado que las demandas se han extendido a la abrogación del paquete de las denominadas “leyes malditas” que guardan el mismo objetivo, como las N° 1386, N° 218, N° 1390, o la Ley del Instituto Nacional de Estadística (INE), la Ley de Fundempresa y la Ley de Derechos Reales, entre otras.

Un año con divisiones en el gobierno y el partido que aún sostiene

Ante las derrotas de Arce Catacora, que son cada vez más duras y frecuentes, legisladores del MAS cuestionan a al menos tres ministros del gabinete: el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo; el de Justicia, Iván Lima; y la de la Presidencia, María Nela Prada. Todos ellos podrían ser removidos el siguiente mes, cuando se cumple el primer aniversario de la toma de posesión de Arce como la máxima autoridad en el país, o a más tardar el 22 de enero, fecha en la que el MAS celebra la nueva Constitución.

El diputado del MAS por Cochabamba, Héctor Arce, afirmó al respecto: “Evidentemente, hay que revisar, hay que analizar y si corresponde, tenemos que hacer los cambios necesarios para hacer los ajustes. Hemos visto que algunos cargos no se están desempeñando conforme a las exigencias de la población. Por eso es fundamental hacer esa evaluación y ahí se va a tomar la decisión”.

Los desafíos inmediatos se plasmarán en el PGE 2022 

El desafío más importante para Arce es decidir entre el rescate de su modelo económico, o el rescate de la economía, que no es lo mismo. Para notar las primeras diferencias el primer paso será abordar la elaboración del del Presupuesto General del Estado (PGE) 2022, que tendría ya que tener en esta temporada sus primeros párrafos en la Asamblea Legislativa.

Es en este documento que tendría que estar plasmada la manera en la que el régimen de Arce pretende conseguir financiamiento si no quiere que su muy alicaída popularidad termine por desplomarse a niveles insostenibles.

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