El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha iniciado un ataque en el este de Ucrania que ha recibido la condena de la Unión Europea y de la OTAN, que han confirmado la activación de sus planes de Defensa para fortalecer la seguridad de los aliados.
A Putin le apoya la dictadura de Nicolás Maduro, que ha respaldado sus últimos movimientos y se ha preguntado si el mundo pretende que «se quede de brazos cruzados y no actúe en defensa de su pueblo, y ha considerado que el Kremlin sólo está ejerciendo una «defensa valiente de su pueblo» y que lleva semanas «denunciando las amenazas de los gobiernos occidentales».
También las tiranías de Cuba, cuyo presidente Miguel Díaz Canel recibió este miércoles al presidente de la Duma Estatal de Rusia y ha señalado que «el empeño de Estados Unidos por imponer la progresiva expansión de la OTAN hacia las fronteras de la Federación de Rusia constituye una amenaza a la seguridad nacional de este país y a la paz regional e internacional», y Nicaragua. El viceprimer ministro ruso Yuri Borisov visitó recientemente a Daniel Ortega para «afianzar alianzas estratégicas».
Putin también es apoyado por Irán, que ha achacado la crisis en Ucrania a «las provocaciones de la OTAN» y por el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, que ha asegurado que el país no participa en la operación militar rusa contra Ucrania y ha dicho que los hechos «demuestran que Ucrania quería este conflicto con Rusia».
Los aliados de Putin complican la credibilidad del Gobierno de España liderado por Pedro Sánchez -y que cuenta con ministros comunistas como Alberto Garzón o Yolanda Díaz-, pues son respaldados por el Partido Comunista de España, cuyo secretario general, Enrique Santiago, es a la vez secretario de Estado del Ejecutivo (para la Agenda 2030) por la cuota de Unidas Podemos.
Las relaciones entre Enrique Santiago (el PCE) y, por tanto, Unidas Podemos, con los gobiernos y las narcodictaduras comunistas que apoyan a Vladimir Putin son evidentes.
Desde Podemos se niegan a calificar de «dictadura» al régimen castrista y este mes de febrero el presidente del PCE, José Luis Centella Gómez, fue recibido por el secretario de Organización del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC), Roberto Morales, y señaló que era «un honor estar en Cuba una vez más».
El propio Santiago censuró en innumerables ocasiones las sanciones al régimen chavista. «Si la UE asfixia a Venezuela con sanciones ilegales sabe que la respuesta será expulsar a su embajadora», tuiteó en febrero del pasado año.
Además, el PCE celebró en un comunicado «la victoria» de Daniel Ortega en las elecciones fraudulentas del pasado mes de noviembre, y que no fueron libres ni justas ni transparentes», según la OEA. «Afortunadamente la jornada electoral transcurrió sin problemas, con una participación popular pacífica que ha dado la victoria al presidente Daniel Ortega. Las elecciones en Nicaragua han sido una nueva muestra de soberanía y civismo a pesar de la cruel campaña mediática contra el FSLN», señaló el PCE.
Y exigió que Estados Unidos y la Unión Europea aceptaran «los resultados de las elecciones presidenciales que otorgaron la victoria a Alexander Lukashenko», nostálgico de la desaparecida Unión Soviética, en 2020. «La obsesión norteamericana y europea con Bielorrusia tiene origen en el hecho de que el país ha conservado buena parte de las conquistas sociales soviéticas», subrayó el PCE en un comunicado.
