Marruecos ha anunciado este lunes su plan para realizar prospecciones petrolíferas, gas y telurio en la zona de Tarfaya, frente a las costas de Lanzarote y Fuerteventura.
El país alauita quiere realizar dos pozos en la costa con doce bloques de explotación a 1.000 metros de profundidad.
Mientras, el presidente del Gobierno de Canarias, el socialista Ángel Víctor Torres, ha subrayado que hace dos años dijo que «no se iba a tocar un milímetro de las aguas canarias» y «no se han tocado».
La decisión de Marruecos llega poco más de una semana después de que el rey Mohamed VI provocara a España durante la cena en Rabat junto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al colocar la enseña nacional izada boca abajo, una falta de cortesía consentida por el equipo de protocolo del jefe del Ejecutivo español.
En su encuentro, que no contaba con el aval del Congreso de los Diputados, Sánchez y Mohamed VI pactaron una hoja de ruta para la «nueva etapa» que no hacía mención alguna a la integridad territorial de Ceuta y Melilla, ni de las Islas Canarias.
En el primer punto España reconoció «la importancia de la cuestión del Sáhara Occidental para Marruecos» y volvió a reiterar que «la iniciativa de autonomía marroquí, presentada en 2007, como la base más seria, realista y creíble para resolver este diferendo», como ya expresó Sánchez en su carta al monarca alauí.