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los antecendentes del autor del ataque dificultan el relato 'woke'

Medios e instituciones intentan blanquear la matanza en Waukesha del ‘terrorista negro’ Darrell Brooks

Dos policías escoltan a Darrell E.Brooks en el juicio por el ataque en Waukesha. EUROPA PRESS
Dos policías escoltan a Darrell E.Brooks en el juicio por el ataque en Waukesha. EUROPA PRESS

Inspiran cierta compasión los esfuerzos que están haciendo los medios convencionales estadounidenses para minimizar una matanza, la de Waukesha, que ha causado seis muertos y veintenas de heridos.

Sencillamente, la semana en que tocaba ponerse estupendo de indignación contra la absolución del ‘supremacista blanco’ Kyle Rittenhouse, que abatió en defensa propia a dos violentos amotinados en Kenosha durante la serie de pillajes de Black Lives Matter y Antifa, la noticia de que un hombre de la raza equivocada se lanza a matar lo que se ponga por delante, niños incluidos, en un pacífico pueblecito durante un desfile navideño, se lo pone muy difícil a la narrativa oficial.

Así que lo han intentado todo, empezando por hablar de ‘accidente’. A eso, por cierto, se ha apuntado la propia Conferencia Episcopal de Estados Unidos, que ha publicado en redes un pésame curiosamente redactado: “Rezamos por todos aquellos que han sido heridos o han perdido la vida en el trágico accidente en #Waukesha, Wisconsin, especialmente para las familias, los fieles y el sacerdote de la @archmil. Señor, escucha nuestra oración”. El contraste con la reacción a la muerte de George Floyd es bastante significativo.

El caso es que lo del accidente no se sostiene, con lo que han optado por enterrar el asunto todo lo que se pueda. CNN llega a echar mano de un ‘truco’ pueril al que ya ha recurrido en otras ocasiones, consistente en ‘aclarar’ la piel del perpetrador en las fotos.

Desgraciadamente para los propagandistas del relato ‘woke’, internet es para siempre y cualquiera puede consultar las vicisitudes y opiniones pasadas de cualquiera. Y las de Darrell E. Brooks, el conductor homicida, son para echarle de comer aparte, no tienen desperdicio.

Brooks, no sorprenderá a nadie saberlo, es un delincuente habitual, condenado por delitos sexuales, y aparece en un vídeo presumiendo de prostituir a menores. A pesar de un historial penal de varias páginas, salió a la calle tras pagar una fianza de 1.000 euros, una broma.

Y aquí es necesario hacer un incisivo esencial para entender lo que está pasando en los juzgados. George Soros, nuestro perejil de todas las salsas favorito, a través de su entramado de fundaciones está contribuyendo financieramente a la carrera judicial de un importante número de juristas norteamericanos con una cosa en común: su renuncia a ordenar el ingreso en prisión de los delincuentes y, por tanto, la imposición de fianzas ridículas (que ni siquiera paga siempre el acusado).

Ahora, lo esencial es el motivo. ¿Por qué nadie mataría indiscriminadamente a personas en una multitud de extraños reunidos por un motivo tan inocente como un desfile navideño? Naturalmente, a todo el mundo se le ocurrió el motivo racista, pero los medios oficiales no pueden permitirse reconocer algo así.

Veamos qué nos dice de él lo que sabemos de Darrell. Sus comunicaciones en redes sociales son un indigerible cúmulo de fantasías en las que esclaviza, tortura y esclaviza blancos. Y encontramos que nuestro hombre no es otro que el rapero conocido por su nombre artístico Mathboi Fly, ensalzador de Black Lives Matter, furibundamente racista, con letras que destilan el más puro odio contra los blancos, contra los que anima al terrorismo y el crimen explícitamente. En una de sus canciones, “Loudmouths,” Brooks se define como ‘terrorista’.

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