La presidenta de Fratelli d’Italia ha criticado la celebración del Mundial de Clubs de la FIFA en Qatar.
Una de las imágenes principales de la final del Mundial de Clubs de la FIFA fue la de las tres mujeres que se encargaron de arbitrar la final disputada entre el Bayern de Múnich y los mejicanos de Tigres. Una instantánea que quedó empañada por el gesto de uno de los jeques presentes en la zona de autoridades que con su actitud retrató la realidad de Catar.
Como viene siendo habitual, los árbitros tuvieron reservado su reconocimiento especial en la ceremonia de premios. Los ocho subieron al escenario donde esperaba el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, para colgarles su particular medalla. El jeque Joaan bin Hamad Al Thani también fue saludando a los miembros de los equipos arbitrales uno a uno a excepción de las mujeres. Se trataba de la brasileña Edina Alves Batista, que ya había dirigido el duelo entre el Ulsan Hyundai surcoreano y el Al Duhail qatarí, y que estuvo acompañada por su compatriota Neuza Back y la argentina Mariana de Almeida.
Desde Italia, Giorgia Meloni ha denunciado la situación que sufren las mujeres en los países musulmanes y los cientos de casos de discriminación y acoso que sufren a diario. La presidenta de Fratelli d’Italia ha recordado que su formación fue la única que votó en contra del acuerdo de cooperación cultural entre el país transalpino y Doha.
«Este es el modelo que otros creen que deberíamos enseñar a nuestros hijos: en la Copa del Mundo en Qatar, las árbitras no son consideradas dignas del saludo del jeque. Lástima», ha apuntado Meloni.
