Un numeroso grupo de más de 150 inmigrantes ilegales de origen subsahariano llegado desde los campamentos de Nador (Marruecos) ha protagonizado la pasada madrugada un nuevo asalto violento en el paso fronterizo situado en las inmediaciones del Barrio Chino en Melilla.
Fuentes de las FCSE han señalado a La Gaceta de la Iberosfera que han tenido que hacer frente «a un grupo de subsaharianos que se agolpaban masivamente sobre las vallas con extrema violencia». Así, han confirmado algunos chalecos antitrauma de los agentes de la GRS terminaron con roturas.
Como han apuntado fuentes de las FCSE y han confirmado desde la Delegación de Gobierno, un total de 57 inmigrantes ilegales de origen subsahariano consiguieron acceder finalmente a la ciudad autónoma. Pese al amplio dispositivo de agentes de USECIC y GRS, lograron entrar en gran parte por la ausencia de controles en la parte de Beni Ensar (Marruecos), según han confirmado algunos de los efectivos desplegados en la zona. Este hecho no concuerda con las versiones arrojadas por la Delegación de Gobierno de Melilla, que ha afirmado que ha existido colaboración activa por parte de las autoridades marroquíes.
Los 57 ilegales, todos varones, ya se encuentran en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de la ciudad, donde pasaran cuarentena en las dependencias habilitadas para ello. El CETI sufre desde hace semanas un considerable brote de coronavirus, acorde a informaciones de los servicios sanitarios de Melilla, hay más de 320 personas aisladas, más de 170 han resultado positivas y un total de 141 se encuentran bajo control sanitario por su contacto estrecho con los contagiados.
Según informaciones a las que ha tenido acceso La Gaceta de la Iberosfera, existen aún unos 2.000 inmigrantes ilegales escondidos de las autoridades en los bosques cercanos a Nador con la esperanza de llegar a Europa, ya sea saltando la valla de Melilla o tomando un embarcación a través del Mediterráneo.