El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, ha asegurado que Hungría no puede aceptar un vínculo entre el acceso a los fondos de la Unión Europea y el cumplimiento de unos criterios subjetivos impuestos por mayoría de dos tercios de la propia Unión sin opción de bloqueo. Orbán denuncia que, si esto fuera así, la Unión Europea se convertiría en un régimen como el Soviético.
El líder húngaro, que conoció de primera mano el totalitarismo del régimen soviético que impuso a sus países satélites, como la Hungría comunista, ha sido tajante al afirmar que «a los húngaros no se les puede arrebatar el dinero» y que los debates actuales de la UE sobre estos criterios son «técnicos»; y así se lo trasladó el pasado jueves a la canciller alemana en retirada, Angela Merkel.
Orbán denuncia que, de imponerse estos criterios, equivaldrían a un «chantaje sobre una base ideológica sin fundamentos objetivos». «Tuve que decirle que si se aceptan estos criterios elaborados por el Parlamento Europeo y por la presidencia alemana, los cuales requieren una mayoría de dos tercios que no tendríamos opción de bloquear, entonces estaríamos haciendo de la UE una Unión Soviética», dijo el líder húngaro a la radio estatal.
«Esto no es lo que queríamos. (…) no creamos la UE para tener una segunda Unión Soviética», añadió Orban, sin llegar a amenazar con vetar todo el proceso presupuestario de la UE.
El primer ministro polaco Mateusz Morawiecki, principal aliado de Orbán, ha enviado una carta a las instituciones de la Unión Europea amenazando con vetar el presupuesto 2021-2027 si se condiciona el acceso a los fondos de la UE a que los gobiernos respeten las reglas de una Estado de derecho impuesto desde Bruselas.
La condicionalidad es un requisito clave para el Parlamento Europeo y varios países del norte de Europa como Países Bajos, que quiere criterios todavía más estrictos, según asegura Reuters. Es necesario recordar que Polonia y Hungría, que mantienen un pulso con la Unión por el respeto a la soberanía de los Estados y en contra del poder de los burócratas, tienen el poder de vetar el presupuesto a largo plazo e impedir que cualquier Estado miembro obtenga fondos de la UE.
