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Los limeños se manifestaron en contra de la imposición

Pedro Castillo deja sin efecto el toque de queda en Lima ante la desobediencia civil y la presión del Congreso

Protestas en Perú. Reuters
Protestas en Perú. Reuters

Luego de anunciar que Lima y Callao -capital y principal puerto del Perú-tendrían que acatar un toque de queda por las protestas a nivel nacional, el comunista Pedro Castillo dejó sin efecto esta medida el martes por la tarde.

“Estamos trasladándonos al Despacho para rubricar y dejar sin efecto esta medida de inamovilidad”, dijo Castillo tras abandonar el Palacio Legislativo, al que acudió para reunirse con la Junta de Portavoces del Congreso.

«Cuando se asume una medida, a la espera de la actitud y el derecho de los peruanos de manifestarse, eso no significa que, aprovechando de una movilización, nosotros como Estado avalemos algunas actitudes como el bloqueo de carreteras, atentar contra la propiedad privada y pública«, también señaló Castillo.

Momentos antes, el peón de Evo Morales y Nicolás Maduro había asegurado que la orden de inamovilidad había sido dictada para resguardar la seguridad de los ciudadanos a raíz de los conflictos registrados en la ciudad de Huancayo -sierra central peruana y cuna del partido oficialista Perú Libre- y otras regiones, pero no «para ir en contra del país».

Castillo decretó este lunes, cerca de la medianoche, un toque de queda que empezó a regir a las 2 de la mañana de este este martes 5 de abril y que debió prolongarse hasta las 11:59 de la noche; una medida desesperada como respuesta al violento paro de transportistas -al que se sumaron agricultores y ganaderos- que cumple ya una semana y ha bloqueado las principales vías de comunicación del país andino.

«El Consejo de Ministros ha aprobado declarar la inmovilización ciudadana desde las 2 de la mañana hasta las 11.59 de la noche del día martes 5 de abril para resguardar los derechos fundamentales de todas las personas, lo cual no impedirá el abastecimiento de los servicios esenciales», dijo Castillo en un Mensaje a la Nación.

Asimismo, decretó el estado de emergencia en la capital peruana «suspendiendo los derechos constitucionales relativos a la libertad y seguridad personal, la inviolabilidad del domicilio y la libertad de reunión y tránsito». Esto provocó la respuesta contundente del Congreso de la República y la Defensoría del Pueblo, que exigieron derogar el decreto.

«Exigimos al Poder Ejecutivo derogar este Decreto Supremo y no recurrir a medidas que restringen derechos fundamentales, como salida para solucionar esta crisis», se lee en el comunicado del Parlamento peruano.

Asimismo, el Legislativo criticó que la orden se haya dado cerca de la medianoche del día anterior, sorprendiendo a la población, que ya sufre los estragos del paro de transportes, las amenazas de saqueo y el incremento de la canasta básica familiar.

«Es incomprensible una medida dictada al filo de la medianoche, que ha perjudicado a la mayoría de la población que trabaja para poder llevar el alimento básico diario a sus hogares», añade.

Por su parte, la Defensoría del Pueblo calificó de inconstitucional la decisión del Ejecutivo de decretar el toque de queda, demandando su cese inmediato. «La medida adoptada por el Poder Ejecutivo es inconstitucional por la ausencia de una debida motivación y por ser absolutamente desproporcionada en relación a los hechos de protesta social registrado en Lima y Callao», indicó.

La institución recordó que el Tribunal Constitucional «en reiterada jurisprudencia» ha señalado que los estados de emergencia y las medidas que se imponen a su amparo deben responder de forma inexcusable a los criterios de proporcionalidad y necesidad.

Desobediencia civil ante la imposición de Castillo

Cientos de limeños repudiaron el decreto del gobierno comunista desde sus casas en un “cacerolazo” masivo desde sus domicilios.

Otros desobedecieron la orden de toque de queda yendo a trabajar, abriendo sus negocios y marchando hacia el Congreso, vestidos con la camiseta de la selección nacional de fútbol y portando banderas peruanas, para exigir la vacancia presidencial o la renuncia de Pedro Castillo.

Esta movilización provocó enfrentamientos entre los manifestantes y la Policía Nacional en las avenidas del centro de Lima. Los efectivos evitaron que los ciudadanos se acerquen a la sede del Parlamento, en donde se encontraba Castillo reunido con los integrantes de la Mesa Directiva y los voceros de las bancadas.

“El Perú es un pueblo patriota y consciente de su rol histórico. Aquí el socialismo del siglo XXI no pasará”, escribió en Twitter el congresista Alejandro Cavero (Avanza País), uno de los integrantes de la oposición que se negó este martes a reunirse con Castillo en el Parlamento.

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