Ricky Vaughn, un ‘trumpista’ perteneciente al ejército de voluntarios en las redes sociales que llevó al dirigente republicano a la Casa Blanca en 2016, ha sido detenido en Florida.
Piden para él diez años de cárcel por «interferir en las elecciones» y por supuestamente difundir «desinformación electoral» en Twitter.
Vaughn fue uno de los más combatientes ‘trumpistas’, manejaba buena información y recurría a los mejores memes para hacer frente a la artillería del Partido Demócrata.
El tuit que le incriminan es un «anuncio» supuestamente dirigido a los votantes de Hillary Clinton para que ejercieran su voto en línea, con un mensaje de texto, sin tener que acudir al colegio electoral.
Los fiscales federales alegan que alentó a la gente a emitir su voto por mensaje de texto, engañándoles para que «tiraran esos votos».
Según el Departamento de Justicia, casi 5.000 números de teléfono enviaron mensajes de texto al número de teléfono que difundió para votar. «Con su arresto notificamos que aquellos que subvertirían el proceso democrático no pueden confiar en el manto del anonimato de Internet para evadir la responsabilidad por sus crímenes», aseveró uno de los fiscales.
La broma fue utilizada por la ‘cómica’ demócrata Kristina Wong en dirección contraria, dirigiéndose a los votantes republicanos.