El presidente de Chile, Sebastián Piñera, ha promulgado este domingo una nueva Ley de Migraciones que pretende regular la entrada de inmigrantes y facilita las expulsiones administrativas.
La nueva legislación reemplaza a la vigente, de 1975 y recoge que los extranjeros que quieran radicarse en Chile deben pedir visas en los consulados de sus países.
Además, supone la creación del Servicio Nacional de Migraciones, con el que el Gobierno busca prestar atención a los requerimientos de los inmigrantes.
La anterior ley «ya no responde a los desafíos y necesidades del Chile actual», ha señalado Piñera en una rueda de prensa en la ciudad chilena de Iquique, donde ha aseverado que la nueva legislación permite «poner orden en nuestra casa, a través de una política ordenada, segura y regular».
Así, la recién promulgada Ley de Migraciones, que ha estado ocho años en tramitación en el Congreso, busca «permitir la inmigración legal y combatir la inmigración ilegal» porque Chile no quiere «que ingrese al país el crimen organizado, el contrabando, el narcotráfico y aquellos que no respetan nuestra leyes», ha continuado el mandatario, informa el medio chileno ‘La Tercera’.
Piñera ha subrayado que «Chile siempre ha sido un país abierto y acogedor con los inmigrantes», si bien ha lamentado que en el intento de ingresar ilegalmente en el país «ya cinco personas han perdido su vida».