El presidente de Chile, Sebastián Piñera, ha reconocido ahora estar «muy preocupado» por cómo está perfilando la Convención Constituyente la que será la nueva Carta Magna del país, pues considera que se están «debilitando» aspectos «fundamentales».
«Creo que se están debilitando cosas fundamentales para Chile. Se está debilitando la unidad, el sentido de la nación», ha señalado Piñera, cuyo mandato ha supuesto al final la destrucción de las instituciones y las libertades que juró defender.
Así, el mandatario ha reconocido [en una entrevista para el informativo Meganoticias, recogida por ‘La Tercera’] la «diversidad de pueblos en Chile», aunque ha abogado por la unidad nacional. «Por supuesto que tenemos muchas culturas, muchos pueblos, pero un solo país».
Y ha afirmado que la Convención Constitucional está elaborando una Carta Magna que busca «desmantelar todo» amparada en «un afán identitario refundacional que es absolutamente exagerado», cuando lo que en realidad se debería hacer es «corregir lo que hay que corregir».
Asimismo, ha asegurado que se están «debilitando las libertades» de la ciudadanía chilena, especialmente la de expresión, de conciencia, de religión y de emprender, las cuales considera «fundamentales» para el desarrollo de la nación.
Con la excusa de acabar con «la Constitución de Pinochet», que no es de Pinochet, pero sí estableció que las personas son libres e iguales en dignidad y derechos; defiende la vida del que está por nacer hasta la muerte natural y sostiene que la familia es el núcleo fundamental de la sociedad; recuerda que es el Estado el que está al servicio de la persona humana y no al revés; y establece el derecho de propiedad y el principio de libertad personal y económica, Piñera entregó el futuro de la nación a las fuerzas narcosocialistas.