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Ante la elección presidencial del 3 de noviembre

Por qué este hispano votará por Trump

El presidente de los Estados Unidos Donald en un mitin de campaña en Londonderry, New Hampshire, EEUU, el 25 de octubre de 2020. REUTERS/Leah Millis/Foto de archivo

Quiero explicarles de la manera más sencilla posible por qué este inmigrante hispanoamericano va a votar por Donald Trump.

Mi familia llegó a Estados Unidos cuando yo tenía once años. Como todas las familias inmigrantes, vinimos en busca de la oportunidad que solo Estados Unidos es capaz de ofrecer a quienes están dispuestos a trabajar duro para alcanzar sus sueños.

Mi madre y mi padrastro vinieron a Estados Unidos para estudiar microbiología. Pero no fue fácil.  Para llegar a fin de mes, cultivábamos verduras y las vendíamos los fines de semana en el mercadillo de granjeros.  Llegamos a entregar guías telefónicas en el invierno de Wisconsin, y mi hermana y yo incluso intentamos ayudar a montar bolígrafos y reciclar botellas y latas. La ropa siempre la comprábamos en tiendas de segunda mano como Goodwill, y pasamos mucho tiempo merodeando por los laboratorios de nuestros padres mientras trabajaban hasta altas horas de la noche para terminar sus experimentos.

Lo primero que aprendimos como inmigrantes es que salir adelante requiere mucho trabajo. Tuvimos la suerte de asimilar que en Estados Unidos, si trabajas duro y no pones excusas, saldrás adelante. No está en nuestro ADN esperar que el gobierno nos proporcione trabajo, atención médica, vivienda o cualquier otra cosa que podamos proporcionarnos por medio de nuestro esfuerzo. En pocas palabras, hemos descubierto por la experiencia de nuestros padres y nuestras familias que el esfuerzo y la responsabilidad personal son la clave del éxito, y no la política izquierdista de fomentar la envidia entre las clases sociales y la redistribución de la riqueza. 

Los hispanoamericanos amamos a los Estados Unidos, y no nos convencen quienes quieren vernos como víctimas de un sistema supuestamente injusto

Esta es la primera razón por la que voy a votar por Trump: Trump representa la idea de que el espíritu emprendedor sigue gozando de buena salud en Estados Unidos. Esa esencia del sueño americano es la razón por la que la mayoría de los hispanoamericanos vinieron a Estados Unidos, y eso es lo que queremos que se transmita a nuestros hijos.

Aunque ciertamente trabajamos muy duro, también tuvimos mucha ayuda de gente muy buena. Como no teníamos dinero, nuestras escuelas casi siempre nos perdonaban las tarifas para las actividades especiales. Mi club de fútbol permitió que mi padrastro fuera asistente del entrenador para no tener que cobrarnos nada.  El anciano agricultor que nos permitió cultivar sus campos decidió no cobrarnos nada para ayudarnos a salir adelante. Y como niño que era, me acuerdo de vecinos que nos invitaban a comer helados de los caros que nunca íbamos a poder gozar de otra manera.

Y ésta es la segunda razón por la que votaré por Donald Trump: los hispanoamericanos amamos a los Estados Unidos, y no nos convencen quienes quieren vernos como víctimas de un sistema supuestamente injusto.  Los estadounidenses son personas buenas y generosas a las que les encanta ayudar voluntariamente a las personas de su comunidad. Mi familia no tenía derecho a tanta bondad, y por eso mi familia y yo siempre estaremos agradecidos y rechazaremos la retórica anti-americana de la izquierda. Los inmigrantes hispanos se enorgullecen de ser completamente americanos, al mismo tiempo que estamos orgullosos de nuestra herencia hispana. También estamos orgullosos del éxito de nuestro país, ¡porque el éxito de América también es nuestro propio éxito! El sentido de pertenencia a un país que premia el trabajo duro y honesto es lo que nos convierte en patriotas americanos. Siendo  patriotas, rechazamos la narrativa izquierdista del desprecio a la patria y a su historia. La noción de que Estados Unidos es institucionalmente racista, sexista, xenófobo y explotador del trabajador es ridícula para los hispanoamericanos que saben que nadie ama a los humildes y está dispuesto a ayudarlos más que un americano.

Las políticas de identidad basadas en la raza no tienen éxito con los hispanoamericanos porque simplemente no nos identificamos por nuestra raza

La tercera razón por la que voy a votar por Donald Trump es que no me creo el cuento de que los Estados Unidos sea un país racista, y no creo que Trump sea racista tampoco.

El hispanoamericano no viene de una sola raza, y esto está aún más presente en Estados Unidos donde el hispano puede ser blanco, negro, mulato, indígena o mestizo de todas las combinaciones posibles.  El tratar de atraernos en función de nuestra raza no solo no funciona, sino que lo vemos como algo racista en sí. Déjenme repetirlo: los hispanoamericanos no somos un grupo racial.  La mayoría de los políticos norteamericanos de la izquierda e incluso también de derechas no lo entienden.  Las políticas de identidad basadas en la raza no tienen éxito con los hispanoamericanos porque simplemente no nos identificamos por nuestra raza. Le doy crédito al maravilloso espíritu misionero católico de mis antepasados españoles que evangelizaron a todas las razas como hermanos y hermanas en Cristo. Esto produjo, no solo mucha mezcla racial, sino también la formación de nuestra identidad colectiva en torno a valores distintos de la raza.

Un peruano, que puede ser racialmente una mezcla de sangre indígena con europea (como lo es mi esposa), generalmente tendrá mucho más en común con un español blanco como yo, que lo que yo tengo en común con un italiano o un francés. Es por esto que cuando la izquierda trata de presentarse como la única opción para la «gente de color», a la mayoría de los hispanoamericanos no nos importa y no nos lo tragamos porque la realidad es que no nos identificamos por nuestra raza. ALL Lives Matter, y punto.

Si bien los hispanoamericanos no comparten una sola raza, sí compartimos muchos valores. Y entre todos estos valores compartidos, sin duda el más importante es el valor de la familia y la fe. Aborrecemos el aborto, creemos que el matrimonio es la base de la familia y solo es posible entre un hombre y una mujer, y rechazamos la ideología de género, especialmente cuando se meten con nuestros hijos y les intentan lavar el cerebro en las escuelas.

Déjenme decirles bien clarito: preferiría morir antes que pagar un solo dólar de mis impuestos para que los abortistas maten a un niño inocente mediante el aborto

La cuarta razón por la que voy a votar por Donald Trump es que el partido Demócrata promueve el aborto, la ideología de género y el matrimonio entre personas del mismo sexo como si de su religión se tratara. Si profesas a Jesucristo como tu Señor y Salvador, y no al gobierno federal, no vas a tener sitio en el partido Demócrata moderno. Como dijo el presidente del Comité Nacional Demócrata en 2017, si estás en contra del aborto no serás bienvenido en el partido Demócrata.  

Si bien los republicanos, incluido Donald Trump, no están unidos en su rechazo del «matrimonio» del mismo sexo y la ideología de género, está claro que la alternativa es un partido Demócrata que quiere imponer estas ideologías radicales a la fuerza de la manera más burda. Esto es especialmente grave cuando vemos como tratan de adoctrinar a nuestros niños en las escuelas públicas. Y lo más grave es que Joe Biden ha declarado repetidamente que apoya el aborto financiado por el estado. Déjenme decirles bien clarito: preferiría morir antes que pagar un solo dólar de mis impuestos para que los abortistas maten a un niño inocente mediante el aborto.

Los hispanoamericanos estamos dispuestos a perdonar las expresiones a veces insensibles de Donald Trump porque entendemos que es un empresario neoyorquino políticamente incorrecto que no se disculpa por su éxito y que como todos a veces mete la pata en su manera de expresarse. Pero eso sí, nos encanta que Trump esté orgulloso de ser estadounidense y se niegue a ceder a las políticas de identidad racista con las que los izquierdistas están obsesionados. Y si bien sería mentira decir que Trump ha sido o es el modelo perfecto de un padre de familia cristiano, lo cierto es que durante su primer mandato como presidente ha tenido el valor de luchar contra la destrucción de nuestros valores familiares defendiendo el derecho a la vida, la familia tradicional y nuestra libertad religiosa frente a los constantes ataques de la izquierda.

La elección no podría ser más fácil. Con Trump nos va a ir mejor en nuestros negocios y la economía norteamericana va a seguir fuerte. Trump es un estadounidense orgulloso y no se disculpará por poner los intereses estadounidenses en primer lugar contra los enemigos de Estados Unidos, tanto extranjeros como internos. Trump no doblará la rodilla ante los matones racistas de Black Lives Matter y los anarquistas de Antifa. Y lo más importante de todo, Trump seguirá apoyando a los cristianos en cuestiones de derecho a la vida, la familia y la libertad religiosa. ¿Se puede decir lo mismo de Joe Biden?

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Gualberto García Jones es doctor en Derecho por la Universidad George Washington y director ejecutivo del International Human Rights Group

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